Muchos aficionados coruñeses se desplazaron a Porto el pasado fin de semana, ya con las entradas compradas, para asistir al partido entre el Deportivo y el equipo local. Pero al llegar a las inmediaciones del campo, un grupo de ellos se topó con ultras del equipo portugués, que comenzaron a perseguirles y amenazarles, lo que les llevó a refugiarse en la pescadería del centro comercial anexo al estadio.

Los ultras les conminaron a que se tapasen las camisetas deportivistas que lucían, pero ellos decidieron llamar a la policía, que les acompañó a un coche para escapar, aunque perdiendo lo que habían pagado por las entradas.