Después de una gira triunfal por la geografía gallega ante conjuntos de menor categoría, el Deportivo se llevó el primer sopapo de la pretemporada precisamente en el primer compromiso exigente. El conjunto blanquiazul confirmó ante el Porto que todavía tiene trabajo por delante, especialmente en defensa.

Le costó al Dépor en el arranque adaptarse al ritmo de juego propuesto por el Porto para responder al fenomenal ambiente que se respiraba en las gradas de O Dragão en la que fue la presentación oficial del conjunto portugués ante sus aficionados. El conjunto deportivista apenas olió la pelota en los primeros 20 minutos, empujado hacia su área por la presión de los locales y sin opciones de hilvanar una sola jugada. Y eso que Pepe Mel escogió resguardarse con tres centrocampistas para frenar el previsible ímpetu inicial del Porto y fiar todo el ataque a la velocidad de Bakkali, Bruno Gama y Adone.

No lo consiguió a pesar de que alineó a Mosquera, Valverde y Guilherme en el centro del campo, los tres muy desdibujados e incapaces de distribuir el juego en condiciones en un primer tercio de encuentro muy exigente para el Deportivo. Casi siempre recibieron de espaldas y muy presionados por los jugadores del Porto, sin capacidad para armarse a través del balón a pesar de que esa parecía la consigna desde el banquillo.

El Deportivo empezó a correr en exceso y a precipitarse, volviéndose previsible y muy vulnerable a las incorporaciones de los rivales por los costados. Así llegó el primer gol de los locales, después de un centro desde la derecha que Aboubakar embocó a la tercera ante la pasividad defensiva blanquiazul.

El tanto sacudió a los deportivistas, que encontraron cierta fluidez porque el Porto también relajó una pizca su intensidad. El cuadro portugués ya no apretaba tanto la salida de la pelota y el conjunto de Mel logró estirarse hacia el área contraria. El Deportivo encadenó entonces sus mejores minutos e incluso tuvo oportunidades para igualar el marcador.

Rozó el empate después de un robo de Mosquera que permitió a Bruno atacar con ventaja la portería de Casilllas. El portugués no adivinó la llegada de Bakkali por el costado izquierdo y soltó un disparo que desvió el exportero del Madrid a córner. Del saque de esquina llegó la segunda mejor oportunidad deportivista a través de un remate de cabeza de Andone.

Cuando más cómodo parecía el Deportivo, sin embargo, llegó el segundo del Porto. El conjunto de Conceiçao aprovechó un nuevo error defensivo de los blanquiazules, en esta ocasión por el costado izquierdo. Bakkali y Luisinho no ajustaron la marca ante la incorporación de Corona y el mexicano colocó un centro que Aboubakar embocó en la línea de gol.

Lo peor para los deportivistas. sin embargo, llegaría en la segunda mitad, cuando el encuentro adquirió un ritmo más relajado y parecido al de un partido de pretemporada. El conjunto blanquiazul insistió en sacar el balón jugado a partir de Rubén Martínez, con los riesgos que conllevaba por la presión que ejercía el Porto. Transcurridos diez minutos de la segunda mitad, el portero jugó con Sidnei, que se adornó con un taconazo que desembocó en el tercero del equipo portugués.

Poca historia hubo hasta el final del primer amistoso comprometido de la pretemporada, salvo un nuevo error en la salida de la pelota. De nuevo estuvo Rubén implicado, acertado cuando se trató de defender su portería pero menos preciso con los pies. Una cesión a Róber que el canterano sirvió a un contrario terminaría por confirmar el baño de realidad deportivista ayer en el estadio de O Dragão.