El Deportivo no hizo ayer honor al brillante trofeo homenaje a la Torre de Hércules con el que se premia a los vencedores del Teresa Herrera y se llevó por vigésimo primera vez el decano de los torneos veraniegos sin demasiado lucimiento. Solo Bakkali puso algo de brillo ante el West Bromwich Albion, pero el equipo no terminó de despejar en la primera comparecencia ante su público las dudas que lo han acompañado en pretemporada.

Arrancó animado el Deportivo en la que era su puesta de largo en un estadio remozado para la que desde el club se espera que sea la temporada del salto definitivo, la que permita abandonar las agonías de los últimos años. Apoyado en la columna de mediapuntas que han ido aterrizando en el club, el conjunto de Mel se desplegó de manera muy vertical sobre la portería del West Brom, apoyándose en las bandas y aprovechando las incorporaciones de los laterales.

Dominaba y encontraba espacios el conjunto deportivista apoyado en la velocidad que le imprimían al juego Bakkali y Cartabia, al mismo tiempo que Emre Çolak aportaba la pausa cuando era necesaria. Al equipo, sin embargo, le faltó definir en un par de llegadas porque se desentendió de Andone. Entre tantos mediapuntas, los deportivistas se olvidaron de que tenían un delantero por delante al que intentar surtir de balones y oportunidades.

También se olvidaron de explotar las bandas, de manera que Çolak, Bakkali y Cartabia acabaron convergiendo por el centro en cuanto la primera parte del partido avanzó. La querencia natural de los tres es esa, a pesar de que tanto el belga como el argentino son hábiles y rápidos como centellas para explotar sus cualidades más cerca de los costados.

Los laterales fueron perdiendo carrete a pesar de que tanto Juanfran como Luisinho tenían las bandas a su disposición. No sufría el Deportivo ante un West Bromwich Albion que se presentó de puntillas en el estadio blanquiazul, pero que intentó llevar la pugna a otros niveles. Algún roce que otro terminó con Livermore amonestado y más tarde expulsado tras encararse con Mosquera después de que el coruñés cortase un contragolpe rival.

El partido se le ponía cuesta abajo a los deportivistas con mucho tiempo por delante, pero no terminarían de imponer su superioridad en la primera mitad.

La mejor ocasión llegaría poco antes de alcanzar el descanso en una de las pocas ocasiones en las que la línea de tres mediapuntas buscó a Andone. Çolak vio la incorporación del delantero y bombeó una pelota hacia el área a la que el rumano no llegó por centímetros.

Le sobró al Deportivo en ese primer acto manejo de balón y le faltó algo más de decisión para buscar la portería contraria. Esa parece sin embargo la fórmula escogida por Pepe Mel para afrontar una temporada que arrancará en apenas dos semanas. El protagonismo parece de antemano reservado para ese trío de centrocampistas a la espera de que el club cierre la llegada de los delanteros.

El papel de Bakkali y Cartabia, con la duda del que pueda tener Çolak, se adivina capital en este equipo en cuanto arranque la competición. Ayer fueron determinantes en la primera mitad y mantuvieron su aportación en la segunda a pesar de que el conjunto deportivista bajó el ritmo y llegó a perder la iniciativa por momentos a pesar de que jugaba con ventaja desde hacía ya bastantes minutos.

El equipo necesitaba algún tipo de revulsivo, pero no parecía claro que lo pudiera encontrar en el banquillo. Fue sin embargo el máximo anotador de la pretemporada el que desatascó un partido que el Deportivo no terminó de inclinar a su favor. Un servicio desde la banda derecha mediada la segunda parte lo colocó Bruno en la red para encarrilar el triunfo y de paso seguir reivindicando un hueco en los planes de Pepe Mel en cuanto arranque el campeonato. La incertidumbre la resolvería Borja Valle en el tramo final con un equipo menos reconocible ya sobre el césped que no terminaría de despejar las dudas que revolotean todavía alrededor del proyecto deportivista.