La plantilla del Deportivo regresó ayer por la tarde al trabajo en Abegondo con veinte futbolistas a las órdenes de Pepe Mel, incluidos tres porteros de la cantera: Francis, Álex Cobo y Ricardo. La gran atracción fue Lucas Pérez, quien completó su primera sesión con el grupo desde su regreso al club. Mientras el resto del equipo disfrutó del fin de semana libre, el coruñés aprovechó el tiempo para ejercitarse en solitario. Ayer, por fin, se reencontró con sus compañeros en la ciudad deportiva y junto a ellos participó como uno más en el primer ensayo de la semana. La novedad de Lucas despertó una gran expectación y muchos aficionados siguieron atentos sus evoluciones desde la valla exterior que separa las instalaciones de la carretera. Una vez finalizado el entrenamiento, unos 50 seguidores de todas las edades lo esperaron para encontrarse con él camino de los vestuarios. El futbolista, muy amable y paciente, les alegró la tarde deteniéndose un buen rato para repartir sonrisas y autógrafos, además de para posar en numerosas fotos.
En su primer ensayo colectivo en esta nueva etapa de blanquiazul, el delantero se mostró plenamente aclimatado a un equipo que conoce perfectamente. El Dépor es su casa, donde se siente más cómodo, así que no necesita ningún tiempo de adaptación, únicamente unas pocas sesiones para adquirir ese punto de forma imprescindible después de una pretemporada atípica en la que no pudo disputar ningún encuentro amistoso.
Sus compañeros son los primeros en celebrar su regreso. Lo han recibido con los brazos abiertos. En realidad, sobran las presentaciones porque muchos de los integrantes de la actual plantilla ya habían coincidido con él en su anterior etapa de blanquiazul. Por ejemplo, Pedro Mosquera, con quien Lucas hizo pareja durante la primera parte del entrenamiento, dedicada a un circuito físico. Luego, ambos coruñeses formaron en equipos diferentes, primero en los ejercicios de posesión en espacio reducido; después en las series de remates a puerta, en las que el de Monelos anotó varios goles; y por último, en el partidillo final. Solo hubo dos tantos en esa pachanga: un golazo de Borja Valle para adelantar al equipo de Lucas; y el 1-1 definitivo, que firmó Juanfran.
Tras una hora y media de trabajo, Mel dio por finalizado el primer entrenamiento de la semana, en el que todos los focos apuntaron hacia Lucas. Es la gran estrella del Dépor y, con diferencia, el futbolista más querido por la afición, que le demuestra su cariño constantemente. El pasado jueves, unos 200 acudieron a Alvedro para brindarle una calurosa bienvenida a su llegada de Londres. Ayer, medio centenar lo esperó a la conclusión del entrenamiento. Y el jueves, a las 19.00 horas en Riazor, serán miles los que acudirán al estadio para ovacionarlo junto a los demás fichajes del Deportivo 2017-18.
