Los once goles encajados en las primeras cuatro jornadas de Liga habían sido el principal lastre del Deportivo en su nefasto arranque de campeonato. Tres tantos le marcó el Madrid, dos el Levante, cuatro la Real Sociedad y dos el Betis. Ayer, por fin, el equipo coruñés logró mantener imbatida su portería. Estrenó el candado en su propia meta y también su casillero de triunfos para tomar algo de aire a costa de un flojísimo Alavés.

El Dépor concedió muy poco ante un rival que llegó en contadas ocasiones a la portería de Costel Pantilimon y generó muy pocas oportunidades claras. Los vitorianos solo remataron ocho veces a puerta, tres de ellas entre los tres palos. Además de los tres puntos, fundamentales, el hecho de no encajar refuerza la confianza de un equipo todavía con mucho por mejorar. Por lo menos, tendrá tres días de tranquilidad hasta la visita del domingo a Cornellá y podrá trabajar sin agobios y con la autoestima alta para tratar de sumar algo positivo en el campo del Espanyol.

El partido deja detalles esperanzadores. Por ejemplo, el desparpajo de Fede Valverde, la sobriedad de Fabian Schär o el desequilibrio de Fede Cartabia. Tres futbolistas que ilusionan a la afición deportivista, feliz también por ver en acción desde el inicio a Lucas Pérez. El delantero coruñés sumó poco más de una hora de juego para seguir avanzando en su puesta a punto con el objetivo de ponerse cuanto antes al cien por cien de forma.

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El Dépor doblega al Alavés

Con este resultado el Deportivo suma cuatro puntos, con los que sale provisionalmente de la zona del descenso al superar en la tabla al Espanyol y al Celta, que juegan hoy para completar la quinta jornada de Primera División. Es ahora, en este tramo de la temporada, cuando en teoría el equipo coruñés debe sumar más puntos, ya que la dificultad del calendario se empinará en la recta final de la primera vuelta. Espanyol, Getafe, Eibar, Girona y Las Palmas están en el horizonte del Dépor, algo más despejado tras el triunfo de anoche pero todavía con nubes en forma de dudas, empezando por la portería, en la que Pantilimon todavía no ha conseguido transmitir plena seguridad pese a que ayer no recibió ningún gol.