"Me siento tranquilo, cuestionado me imagino que estaré igual. Soy el mismo entrenador que hace tres horas". Pepe Mel encajaba con serenidad una victoria que aupa al Dépor y que le sirve para mantenerse en el cargo. "Es la realidad, se puede tapar, pero está ahí. Estaba cuestionado este partido, era un 'match ball' que uno salva, pero hay que seguir. No digo que sea injusto, lo que digo es que hay que trabajar. Estos tres puntos nos dan aire. Este desgaste no es solo físico, es también mental. La presión era para mí, porque ellos (los jugadores) mañana sí o sí iban a ser trabajadores del Dépor. Son los protagonistas verdaderos, la gente paga una entrada para verlos a ellos. Yo estoy aquí para trabajar, con mucha humildad, hasta que el Dépor quiera". Explicó cómo ha vivido esta jornada en la que estaba señalado: "Ya me han destituido algunas veces y sé lo que es. Como uno ya ha vivido esa experiencia, cuanto más tranquilo esté yo y más calma transmita, mejor". Así ha sido el trato con Tino Fernández durante estos días, a pesar de las urgencias: "Habló conmigo a las ocho de la mañana, habló conmigo después. Los trabajadores se han portado de diez, quieren que al entrenador le vaya bien, porque eso significa que al Deportivo le va a ir bien".

"Creo que los dos últimos partidos en casa hemos sido justos ganadores", apuntó antes de desgranar los méritos de su equipo esta mañana. "No es fácil meterle mano al Getafe y nosotros hemos generado muchas cosas, por los futbolistas. Por las cualidades de los jugadores y por la forma que queremos jugar cuanto más rápido corra el balón, mejor. Estoy contento por el buen rendimiento, aunque seguimos teniendo el problema de que cada vez que tenemos una equivocación nos cuesta un gol. Vengo aquí con la mayor humildad del mundo. El equipo da pasos hacia adelante, aunque sí es cierto que pequeños. Lo veo mejorar y tenemos margen de mejora".

El madrileño y el grupo tienen quince días para afianzar conceptos. Crecer desde la victoria: "Nos refuerza para trabajar, tenemos que mirarlo de forma positiva. De los últimos nueve puntos y hemos ganado seis. Tenemos quince días para reforzar cosas, el equipo está dando pasos adelante, aunque no a la velocidad que a mí me gustaría".

"Que Andone y Lucas marquen, es bueno para nosotros. Que se entiendan es bueno para el Dépor. Estoy muy contento por los dos". Una conexión que empieza a funcionar y para la que pide una ayuda externa, parece simple complacerle: "No puedes tener gente como Andone, como Lucas, como Fede y tener el campo seco. Nos perjudica mucho. Si hay que regarlo más, pues hay que regarlo más. Hemos perdido dos goles porque el balón se nos ha quedado atrás".

Y se detuvo en dos nombres propios: "Sidnei sabía que no estaba a su nivel. Se le exige porque sabe que puede dar mucho más. Como él todos los demás. Tiene que mejorar también el entrenador porque el equipo no está como debería estar. Ganar un partido no significa nada. Valverde no juega en la banda, tiene la libertad de cuando tenemos la pelota hacer superioridad. En los últimos tres partidos el Dépor ha ganado dos veces e hicimos muy buenos minutos en Cornellá".