El Dépor llegaba al momento clave. Sufrir o no sufrir. Y falló. Eligió, le abocaron las circunstancias y su propia incapacidad a seguir penando, al menos, unas semanas más. Parece una condena. El equipo de Pepe Mel no pega el estirón en una de las encrucijadas de la temporada y cae ante un muy justito Girona en el día en el que menos lo merecía. Y no tanto por sus méritos porque se le notó fallón, sin plan y espeso en muchos instantes del duelo, incluso el cuestionado Mel se hizo el remolón en las sustituciones. El árbitro, el acierto de su rival, su propia falta de pegada, hasta la suerte de los rojiblancos en lances muy concretos... Muchas cortadas, muchos elementos se juntaron para que el Dépor acabase cayendo 1-2, a pesar de ser superior y disfrutar de la mayoría de las ocasiones hasta que su contrincante se estiró en el descuento. Un golpe duro e injusto. Difícil de asimilar cuando ya acariciaba el tercer triunfo consecutivo y la mitad de la tabla de Primera División, un paraíso en sus circunstancias.

Pepe Mel volvió afrontar este encuentro sin importarle el qué dirán. La continuidad de Francis era esperada, Emre Çolak también había ganado enteros en sus preferencias después de haber sido durante mucho tiempo el principal candidato a pagar los platos. Pero lo que sí entró en el territorio de lo inesperado fueron las suplencias de Andone y Schär. El rumano seguía en el banquillo tras su tanto salvador frente al Getafe y, sobre todo, cuando Adrián le acompañaba en su condición de suplente. El asturiano se lo va a poner difícil, sin él el sendero parecía despejado. Simples elucubraciones. El camino se ha puesto áspero para el '10'. El supuesto descanso al suizo es más difícil de entender. El mejor fichaje, el futbolista que se ha convertido en el faro en la salida de balón en los primeros meses, se quedaba fuera. Mel apostaba por la continuidad, por el higiene del vestuario. Se la jugaba.

El Girona demostró que es un equipo justo, pero dedicado, incómodo para sus rivales. No te va a poner en apuros, tampoco va a sacar la alfombra. El Dépor intentaba tocar, domar el duelo a través de la pelota. Le era imposible, se le nublaba la vista. Perdidos. Entre que el equipo catalán juntaba futbolistas con sus tres centrales y su media superpoblada y que faltaba inspiración en jugadores como Cartabia y Valverde... Ni partido vistoso ni ocasiones ni tiros a puerta. Eso sí, el Dépor ganaba a los puntos cuando tenía que haber avasallado.

Gil Manzano ya había obviado un penalti a Lucas y empezaba con la parte álgida de su recital. Se inventó un derribo de Albentosa donde hubo un forcejeo con escasa malicia. Para el Girona fue como una aparición. Había visto a Francis a distancia y en una jugada aislada se ponía por delante. 0-1. Desde ese momento el Dépor se volcó con más intención y corazón que maña y hoja de ruta. Aun así, rozó la remontada. El colegiado le anuló dos tantos, fue en lo único que acertó en toda la tarde.

El descanso debía haber sido el impulso definitivo para el Dépor. Tampoco. El grupo de Machín subió la línea de presión y se le vio más animado y suelto en los primeros minutos. Riazor se inquietaba, pintaba mal, pero llegó de nuevo Gil Manzano al rescate. Se mantuvo en su línea de no acertar en el área. Lucas sabía que le debía una, se arrimó tanto a Ramalho que el defensa acabó por echarle la mano al hombro. Contacto y al suelo. El colegiado limpiaba su conciencia y el Dépor volvía a la casilla de salida.

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El Deportivo cae ante el Girona en Riazor

El equipo coruñés se puso en ese momento en modo remontada. Empujaba, casi la tocaba con la punta de los dedos. Pero se acabó diluyendo entre su falta de acierto, el poco tino de Mel en los cambios y la optimización máxima que hace su rival de los recursos. Adrián entró tarde, a un desastroso Fede Cartabia, que perdió innumerables balones, le regaló 20 minutos. El 1-2 fue un mazazo, casi en una jugada ensayada. Ya habían avisado y por fin concretaban. Jarro de agua fría. Duro golpe e injusto.

El Dépor lo acusó. No era para menos. Se sentía injustamente tratado y empezaba a acumular jugadores en ataque, se partía. Le faltaba claridad en su fútbol, pero las ocasiones no dejaban de sucederse. Adrián, Andone, Borges... El Girona invocaba un milagro en cada jugada y sus plegarias eran escuchadas. Incluso se estiró en los últimos minutos, amagó con el 1-3. Todo le había venido de cara y era fácil animarse. Al final se llevaron el botín de los tres puntos. Tendrán que hacer más méritos para repetir tal proeza en esta Liga. El Dépor acabó cabizbajo, con Pepe Mel en la cuerda floja y entre pitos de un hastiado Riazor. Panorama desagradable y por desgracia familiar.

FICHA TÉCNICA (Deportivo-Girona, 1-2)

Deportivo: Francis; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Luisinho; Guilherme, Borges; Fede Cartabia (Bakkali, min.77), Çolak (Andone, min.72), Fede Valverde (Adrián, min.64); y Lucas Pérez.

Girona: Bono; Maffeo, Ramalho, Bernardo, Juanpe, Aday (Mojica, min.79); Pere Pons (Granell, min.59), Aleix García; Portu, Borja García (Douglas Luiz, min.59); y Kayode.

Goles: 0-1, min.25: Aday Benítez, de penalti. 1-1, min.51: Lucas Pérez, de penalti. 1-2, min.72: Portu.

Árbitro: Gil Manzano, del colegio extremeño. Mostró amarilla a Albentosa (min.23), Fede Cartabia (min.76) y Guilherme (min.83), del Deportivo; y a Pere Pons (min.27), Ramalho (min.50), Granell (min.66), Aday (min.69), Mojica (min.80), Aleix García (min.90), Bernardo (min.95) y Douglas Luiz (min.96), del Girona.

Incidencias: Partido de la novena jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de Riazor ante 17.584 aficionados según el Deportivo.