Rubén Martínez está de vuelta como demostró en la sesión e trabajo de ayer cuando ya trabajó a las órdenes de Manu Sotelo, entrenador de porteros del Deportivo, tras haber superado la lesión en el ligamento del pulgar de la mano derecha, dolencia que sufrió durante un entrenamiento el pasado 1 de septiembre, durante un entrenamiento. El portero de Coristanco había sido el titular en las dos primeras jornadas -frente al Madrid (0-3) y contra el Levante (2-2)-, pero en la primera semana del parón por las fechas para las selecciones nacionales se lastimó en la mano. El club tuvo unas horas para recurrir al mercado de fichajes y hacerse con los servicios de Pantilimon, cedido por el Watford, como solución de urgencia.

La lesión de Rubén, tercer portero la pasada temporada y que realizó una brillante segunda parte del curso en el Anderlecht, le abrió a Tyton la puerta hacia la titularidad, pero el polaco sólo jugó un partido (Real Sociedad, 2-4). Mel, que lo conocía de la temporada anterior, no quedó satisfecho con su rendimiento y en el siguiente encuentro optó por cederle la portería al rumano, que acababa de llegar. Tuvo cuatro partidos para demostrar sus cualidades, pero tampoco satisfizo al técnico madrileño que en la octava jornada hizo debutar a Francis en Ipurua contra el Eibar y lo mantuvo en el choque de Riazor frente al Girona, el de la sentencia del entrenador. Sin embargo, el pasado jueves el portero nigeriano presenció desde la grada el choque de ida de la Copa ante Las Palmas (1-4), con Tyton en la titularidad y Pantilimon en el banquillo.

La duda es si Francis se quedó fuera porque se traba de un partido de Copa o porque Cristóbal, que lo tenía en el Fabril, decidió dejarlo al margen para recuperar la confianza de los dos guardametas de la primera plantilla. El polaco volvió a fallar. De ahí que el regreso de Rubén sea una muy buena noticia, ya que es el portero por e que los técnicos apostaron durante el verano. Buscaron otro guardameta de garantías, pero no llegó. Fue cuando decidieron que el coruñés fuese el principal candidato a defender la portería blanquiazul, con Tyton en la reserva y los dos fabrilistas, Álex Cobo y el propio Francis, en la recámara.

El regreso de Rubén, pendiente del alta médica, pude suponer un alivio en una de las demarcaciones más complicadas y peor cubiertas que tiene el equipo. La apuesta por el joven Francis era arriesgada y era evidente que una vez le dieron la titularidad había que mantener la apuesta para que cogiese confianza y demostrase su valía, pero el cambio de técnico puede cambiar todo. Rubén partía como titular y ahora, una vez repuesto, su vuelta puede suponer un alivio para el técnico y para el equipo, en general.