Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, llega a Riazor en uno de los peores momentos desde su llegada al banquillo del equipo rojiblanco, en el verano de 2011. Su equipo permanece invicto en la Liga -como el Barcelona y el Valencia-, pero está a ocho puntos de los barcelonistas y a cuatro de los valencianistas debido en gran parte a que cuenta la mitad de sus partidos por empates. Una dinámica que mantiene en la Liga de Campeones, competición en la que empató tres partidos y perdió uno, que le hacen tener más de un pie fuera del primer torneo continental. El deportivismo cree que es el mejor momento para alcanzar una victoria ante los colchoneros, algo que se le niega a los blanquiazules desde la temporada 2009-10.

El entrenador argentino se mantiene pues invicto en el feudo coruñés con tres empates y un triunfo (1-2), este en la temporada 14-15 con Víctor Sánchez del Amo al frente del equipo blanquiazul. Griezmann había colocado al Atlético con dos goles de ventaja en la primera parte y Oriol Riera descontó a falta de trece minutos para el final del choque. El Deportivo acabó la temporada en el 16º puesto con 35 puntos tras empatar en el Camp Nou en la última jornada, partido que el Barcelona afrontó con la Liga asegurada. Lucas y Salomão anotaron en la segunda mitad del choque para igualar los dos goles iniciales de Messi.

El Atlético llega tocado tras el empata del pasado martes contra el Qarabag en el Metropolitano (1-1), la tercera igualada en la Champions que lo deja casi fuera de la segunda ronda e incluso le lleva a correr el riesgo de no entrar tampoco en la Liga Europa, torneo para el que se clasifican los terceros de grupo de la fase inicial. "Soy el primer responsable de lo que genera el equipo", declaró tras el partido del martes. "Nosotros somos un equipo y, cuando uno vive de lo que da un equipo, necesita la mayor implicación de todos para que se consiga el objetivo, que es ser un equipo. No dependemos de un futbolista. No tenemos un futbolista que nos gane solamente el partido", recordó ayer.

Simeone está siendo cuestionado durante estos días porque se mantiene fiel a sus ideas y no introduce ninguna variación en su sistema. "Nosotros no hemos cambiado casi nunca", aseguró, y parece que esta tarde tampoco lo hará en Riazor frente al Deportivo "un equipo que cuenta con buenos futbolistas, jugadores que ofensivamente juegan bien, un medio campo nutrido de gente que tiene buen pie y buena llegada de segunda línea, con buen juego aéreo y lo hace un equipo peligroso", aseguró ayer Diego Pablo Simeone tras el entrenamiento rojiblanco previo al partido de esta tarde.

"No me voy a mover de lo que sigo pensando por más que quieran buscar las situaciones que quieran buscar. Tengo un equipo competitivo que a lo largo de la temporada encontrará o no los objetivos y se verá cuando termina. El año pasado se apresuraron demasiado en vernos fuera de todo por octubre, noviembre y diciembre y después hablaban de que éramos un equipo sólido", concluyó el entrenador rojiblanco en la rueda de prensa que ofreció ayer en Majadahonda.