Rubén Martínez, la gran esperanza para la cuestionada portería blanquiazul, acaba de recibir el alta médica, pone fin a más de dos meses y medio de baja y estará a disposición de Cristóbal si cree conveniente convocarlo para el duelo de domingo ante el Málaga. El meta de Coristanco empezó como titular esta temporada y, tras lastimarse uno de sus dedos en una de las sesiones tras la segunda jornada y antes del cierre del mercado, está llamado a adueñarse de la portería coruñesa en las próximas semanas ante las dudas generadas por Pantilimón, Tyton y Francis.

El técnico del Dépor realizó el trabajo táctico con Pantilimón bajo palos, mientras Rubén se ejercitaba a las órdenes de Manu Sotelo. El portero gallego se sumó al grupo en el partidillo en campo reducido de los últimos minutos del entrenamiento. La sesión de mañana puede aclarar dudas en torno a las intenciones del cuerpo técnico de cara al duelo de La Rosaleda.