El domingo se pudo comprobar que un entrenador debe adaptar el sistema y el estilo de juego a los jugadores de los que dispone y a las necesidades que marca la situación de un partido y no al contrario, Cristóbal Parralo planteó una primera parte con su sistema habitual situando a Juanfran; Schär, Albentosa y Navarro en defensa; Borges con Mosquera y Valverde en el medio campo dejando arriba a Cartabria y Adrián en banda con Lucas en el centro de esa línea: El Athletic conocedor de la forma de jugar del Dépor y de las debilidades técnicas para salir con el balón controlado de Albentosa y Navarro obligaba a los blanquiazules a iniciar el juego por esa zona, lo que multiplicaba las posibilidades de robar y contraatacar con rapidez, de ahí vino el primer gol y pudo llegar alguno más, pues los jugadores antes mencionados no encontraban casi nunca un referente al que hacer un pase en condiciones. A partir de ahí asumió la responsabilidad Valverde ante el poco acierto de Mosquera en esa faceta, mientras Borges seguía en tierra de nadie y Lucas peleando en su solitaria isla que le acompaña cada partido recibiendo alguna visita de Adrián o Cartabria. Con Valverde iniciando juego y saliendo por la derecha se origina una jugada combinativa que finaliza en córner y el saque de éste en gol, Cristóbal se dio cuenta que las piezas no encajaban en el puzzle de su sistema y decidió sacar a Expósito para acompañar al uruguayo en la salida de balón y en la presión en una zona en la que antes deambulaba Mosquera viendo cómo llegaban jugadores del equipo contrario. Con sto, Borges pasó a una situación más adelantada para ayudar más a Lucas, convirtiendo el 43-3 en un 4-2-3-1 que le aportó algo más de estabilidad al juego aún así marcó el Athletic en otra concesión local. Ese gol obligó al míster a variar el sistema con la entrada de Andone y jugar con dos puntas, con lo que acabamos el partido con un 4-4-2. Esto hace pensar que el primer planteamiento no funciona con estos jugadores, que tampoco puede darnos mucho el segundo con Borges en la media punta y que con el tercero ganamos en competitividad hasta que empatamos, principalmente por arreones y disputas individuales no por posesiones largas o fútbol combinativo. Tiene una semana Cristóbal para pensar si deben adaptarse los jugadores a su sistema o debe buscar un sistema que encaje con las cualidades físico-técnico- tácticas que tienen sus jugadores, se sabrá en Sevilla.