Un año que parece una vida entera. Hace doce meses Luis Alberto solo había jugado dos encuentros con la Lazio y hoy es internacional absoluto por España, apunta al Mundial de Rusia 2018, se ha convertido en una de las sensaciones de la Serie A italiana y empieza a seguirle de cerca la pista el Barcelona, que ya lo tuvo en su filial. El exdeportivista, a sus 25 años, ha despegado y es difícil adivinar cuándo detendrá su ascensión.

Luis Alberto, el gran socio de Lucas, no salió con el destino ni mucho menos marcado ni claro cuando abandonó el Dépor en 2016. Acababa de salvar al equipo coruñés y en la plaza de Pontevedra no llegaban a las pretensiones de un Liverpool, que tampoco le encontraba sitio en su proyecto. Acabó traspasado en el cierre de mercado a la Lazio, un equipo que no le garantizaba protagonismo, y a un campeonato, que no encajaba con su perfil balompédico.

Los inicios en Roma tampoco fueron fáciles con apariciones a cuentagotas sobre el césped y con una dinámica en la que se eternizaba en el banquillo. Después de que el Dépor intentase repatriarlo de manera fallida en el pasado mercado de invierno, llegó a un estado de olvido y de bloqueo mental que le llevó incluso a pensar en dejarlo y volver con su familia a Sevilla, tal y como reconoció hace unas semanas a Radio Marca. Se aferró a un psicólogo para salir del atolladero vital y futbolístico en el que estaba y a final de temporada empezó a ver la luz al final del túnel. En este ejercicio todo ha cambiado.

La salida de Keita Baldé a Mónaco terminó de despejarle el camino este verano. Simone Inzaghi llevaba tiempo mirándole con otros ojos y ahora él y todos los tiffosi se han rendido a sus condiciones. El talento lo mantiene y tácticamente se ha adaptado al fútbol transalpino. Juega por detrás del punta y forma con Ciro Immobile una sociedad parecida a la que tenía con Lucas en Riazor. Lleva cinco goles y seis asistencias, es uno de los grandes pasadores del campeonato.

Hace unos meses debutó con España ante Costa Rica tras la llamada de Lopetegui y no sería extraño verlo este verano como uno de los citados para el Mundial de Rusia. Nada se detiene en una imparable rueda de éxito para el talentoso gaditano, unido a A Coruña.

La última buena noticia que ha recibido es que le sigue de cerca el Barça. De hecho, su secretario técnico estuvo presenciando en directo el lunes el Lazio-Torino (1-3), en el que marcó un tanto. Su equipo no está muy interesado en venderle. Fue una apuesta personal y confían mucho en un futbolista, al que hoy en día no se le adivina techo.