Cuando ya había probado en Rumanía y parecía destinado a hacerse un nombre en el extranjero, ha regresado con fuerza al Tenerife Juan Carlos Real (A Coruña, 1991), uno de los canteranos más prometedores de los últimos tiempos. 7 goles en 20 partidos entre Liga y Copa. Él, que formó parte del equipo del ascenso en 2014, sufre en la distancia por el Deportivo y lamenta que el tiempo pasa y, como en las últimas décadas, sigue sin existir una verdadera cultura de cantera, que permita a cualquier jugador formado en Abegondo tener una larga carrera como blanquiazul. A su juicio, ni el club ni el entorno ayudan a dar el último paso.

-¿Cómo ha sido la vuelta?

-Estoy contento. Sabía a donde venía. Los compañeros se conocen y sigue el mismo cuerpo técnico. Encajé bien. El técnico (Martí) es un fenómeno porque da confianza, habla contigo, es muy respetado. Se deja querer muy fácil.

-¿Es Tenerife su sitio?

-No sé, he estado bien en todos. En el Dépor, de maravilla, toda la vida. Y en Rumanía igual, aunque acabé sin jugar porque estuve medio lesionado. Aún así, en el primer año, cuando llegué y era difícil adaptarse, encontré mi sitio rápido y ganamos la copa.

-¿Por qué regresó?

-Estaba fuera, acababa contrato en Rumanía y, al haber sido una buena experiencia y estar a gusto fuera, realmente mi intención era no volver. Estaba acercando posturas con algo interesante en el extranjero y apareció el Tenerife. Su proyecto deportivo era el más importante que tenía.

-¿Es más maduro?

-Sí, como todos los futbolistas cuando cumplen años y pasan temporadas, pues crecen. Vivir otro fútbol, haber salido, estar sin equipo... Todas las experiencias, las buenas y las malas, suman. Ahora tengo 26 años, pero comparado con 22 y 23... Y con los 30 se me verá más maduro. De todo se aprende, te das cuenta de cosas. Intento ser más completo.

-Está a tiempo de jugar en Primera División, ¿no?

-Sí. Todo el mundo, cuando está cerca, es lo que le gustaría, pero hay momentos. Estoy ante una buena oportunidad para hacer un gran año personal y colectivamente, siendo más maduro, con más peso y cogiendo minutos en la categoría. Poco a poco siempre quieres ir creciendo. Claro que puedo llegar.

-¿Le da pena no haber estado más tiempo en el Dépor?

-Sí, porque es el equipo de tu vida, en el que creces, pero al final lo miras y es normal. A todos nos debería dar pena no ver a canteranos que puedan presumir de eso, de tener un carrera larga en el Dépor. Ahora, que sales y vas a otros sitios, te das cuenta de muchas cosas. Es imposible para un canterano tener una carrera larga en el Dépor porque en el club no hay una cultura de cantera, de apostar, de apostar de verdad, no de dar la oportunidad un día o dos para el debut de cara a la galería. Sigo sin ver a gente de las categorías inferiores que jueguen más de 10 partidos al año. A veces puedes pensar que en ese momento no vales o no tienes las condiciones suficientes, pero pasan los años y ves que no es problema de futbolistas. En juveniles y en el Fabril competimos contra cualquier otro filial y puedes ganar o perder, pero está igualado. La diferencia está en los que sacan jugadores porque quieren o dan oportunidades, y no porque sean mejores más abajo.

-En los últimos años, solo Álex... Y Mosquera y Lucas Pérez, que no se formaron en Abegondo y tuvieron que salir de la ciudad para luego volver...

-Milagros. Álex se fue y, como destacó y lo hizo muy bien, era imposible que no se quedase, porque si no, aquí... Si no se hubiese ido, no habría tenido la oportunidad.

-Insua lanzó un mensaje parecido cuando se fue. Decía que tampoco había confianza desde la grada. ¿Está de acuerdo?

-Sí, sí, me refiero también al club y al entorno. La gente parece que sí, que lo quiere, a un canterano y tal, pero no es así, porque tienen mucha prisa o esperan mucho más o le exigen mucho más a los de aquí que a los de fuera. Es algo que se palpa, un sentimiento que no sabes muy bien cómo explicar, pero que se nota. Aquí, cuando las cosas van bien no se saca gente porque las cosas van bien y hay que aprovechar que van bien. Y cuando van mal porque van mal y son momentos muy... Hay unas condiciones muy buenas abajo. Dedican mucho tiempo y dinero a ello y al final...

-¿Es posible cambiarlo?

-Eso lo modifica la gente que lo dirige. En todos los equipos de Primera renuevan a los entrenadores y la cultura sigue siendo la misma. El presidente, la dirección deportiva le dice al técnico que la cultura es sacar tres o cuatro jugadores al año y el entrenador no tiene más remedio que hacerlo porque él no va a estar ahí para siempre. Aquí la realidad es que solo se ha hecho cuando se ha necesitado y fue en aquellos años en los que estábamos sin un pavo (2013-14) y al final conseguimos ascender con la gente de la casa y el equipo a medio hacer.

-¿Conserva la esperanza de regresar algún día al Dépor?

-Sí, a ver. Yo creo que ahora no es el momento, porque no ha pasado tanto tiempo, porque he salido, porque he estado a gusto en otros sitios. En A Coruña también, pero hay mucho fútbol por ver. Cuando estás en el extranjero se te abren los ojos, hay muchas formas de ver el fútbol, de entenderlo, de vivirlo. Otros países. Hay tantos sitios donde disfrutarlo y yo he estado tanto tiempo aquí que me apetece seguir descubriendo otros lugares. Pero, claro, es mi casa, mi equipo, al que apoyo y veo todos los fines de semana cuando puedo, del que es toda mi familia. Es especial. Pero no es el momento. Ojalá algún día. No tiene nada que ver lo que siento por el Dépor con lo que pasa, con una realidad que es la cantera.

-Habrá quien no sepa separar que es deportivista y que manifieste su opinión. ¿Lo sabe?

-Parece que si se dicen estas cosas de la cantera, que son la realidad, parece que soy un rajador, que estoy descontento porque no me quisieron hacer aquí un contrato de toda la vida, porque no me quedé y no me dieron oportunidades. Si fuese yo solo... Cuando le pasa a todo el mundo y no sale nadie o se ve que siempre es lo mismo... Tampoco estoy diciendo nada malo, simplemente es diferente a otros clubes. Ni mejor ni peor.

-Si la Real se nutre de gente de la casa, el Dépor también, ¿no?

-Y si lo comparas con el Celta... Sacan jugadores todos los años, cuando van bien y cuando van mal.

-¿Cómo ve al primer equipo?

-Mal porque está en descenso y en el peor momento. Por la posición y el parón. Hay mucho tiempo para pensar. Tiene inestabilidad, aunque le he visto mejor incluso en partidos que perdió. Hace goles, pero con poca seguridad defensiva. Si en Segunda, ya nos mata a nosotros... Fue lo que pasó con el Celta. Dos errores, dos goles y toda la primera parte intentándolo, pero si no marcas... Aun así, tiene mimbres y ha demostrado que hay equipo para salir. No es todo tan negro.