Cristóbal Parralo observaba ayer la última parte de un entrenamiento en el que apenas ofreció pistas del plan que prepara para visitar el Santiago Bernabéu cuando algo se encendió en su interior. Sus jugadores disputaban entonces un simulacro de torneo divididos en cinco equipos, al más puro estilo "rey de la pista". Las formaciones rotaban en función del resultado en los dos campos de pequeñas dimensiones improvisados sobre el césped de la ciudad deportiva cuando el entrenador deportivista interpretó que sus futbolistas necesitaban un refuerzo con el que afrontar el difícil compromiso ante el Madrid del domingo. "Estoy seguro de que este trabajo va a tener premio", garantizó Cristóbal a una plantilla enfrascada en llevarse ese campeonato espontáneo que se desarrollaba en Abegondo.

La de ayer fue la versión más motivadora de un Cristóbal consciente del delicado momento que atraviesa el equipo después de caer ante el Valencia y finalizar la primera vuelta del campeonato en posiciones de descenso. Dos puntos separan a los deportivistas de la permanencia antes de afrontar uno de los partidos a priori más complicados del curso. El técnico deportivista interpretó que la situación requería una respuesta por su parte más allá de la puramente táctica.

Ayer en Abegondo no se escucharon órdenes ni recomendaciones por parte de Cristóbal sobre cómo encarar el partido del Santiago Bernabéu ante un Madrid dolido. Sí se pudieron oír las arengas y los ánimos de un entrenador al que hasta entonces se le había adjudicado otro perfil. El técnico, sin embargo, ha tenido que recurrir a su variante motivadora para tratar de modificar el ánimo de un conjunto tocado por sus continuos reveses y que cada vez percibe más el desencanto de una parte de la afición. "Podemos más, pelear y que nadie se rinda", trasladó a sus jugadores durante ese ejercicio que también tenía cierto componente lúdico con el fin de descargar la tensión acumulada durante los últimos días.

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El Dépor prepara la visita al Bernabéu

"Seguimos, no bajamos los brazos y sobre todo no nos podemos lamentar", insistió Cristóbal a los jugadores. La receta del técnico pasaba ayer por recuperar a un grupo con el ánimo tocado después de la dolorosa derrota ante el Valencia. De nuevo los errores individuales terminaron condenando a los deportivistas en un compromiso en el que el entrenador blanquiazul trató de buscar la reacción que necesitan a través de un cambio en el sistema.

Hasta la fecha, las variantes tácticas habían sido el método preferido de Cristóbal para aliviar la delicada situación el equipo en la tabla. Ha probado con tres jugadores en el centro del campo, con un mediapunta por detrás del delantero y, como el sábado pasado contra el Valencia, de nuevo con los tres mediocentros y con el tridente formado por Lucas, Andone y Adrián por delante.

Todas esas variantes tácticas no han permitido, sin embargo, corregir la deriva en la que se había instalado el equipo desde el comienzo de la temporada y el técnico ha buscado alternativas. Ante el Madrid probablemente mantenga el esquema que empleó contra el Valencia y busque un resultado que permita al equipo rearmarse anímicamente para afrontar el tramo del calendario en el que se jugará la permanencia. Levante, Alavés, Getafe y Las Palmas esperan a los deportivistas entre los meses de febrero y marzo para enderezar un curso que se les ha atragantado más de lo esperado.