La intención del Deportivo es realizar dos fichajes antes del cierre del mercado de fichajes, un portero y un "cinco". El club coruñés se encuentra en disposición económica de acudir al mercado tras obtener el permiso de LaLiga, que aumentó ligeramente el límite salarial establecido en 36 millones durante el pasado verano, cifra que gastó en su totalidad para reforzar las plantillas de los dos primeros equipos. Suele suceder cada año por esta época, aunque la patronal pretende mantener el control del incremento del tope de cada club para evitar que el fútbol español sufra una nueva inflación.

La necesidad de un portero viene dada por ciertas circunstancias de la competición, pues la dirección deportiva -en especial Richard Barral, exrresponsable de los fichajes- y los entrenadores anteriores avalaban a Rubén Martínez para ser el dueño de la portería deportivista, pero los errores que cometió el de Coristanco lo pusieron en el punto de mira de las críticas a pesar de que se trata de un guardameta que ofrece seguridad, sobre todo a sus compañeros. "El problema puede estar en la pérdida de confianza en sus posibilidades", apuntan desde el club, sobre todo a raíz del gol de Guedes en el partido contra el Valencia.

Rubén llegó como teórico tercer portero a principios del curso 2016-17 pero con el potencial suficiente como para competir por la titularidad con Germán Lux y con Tyton, fichado también ese verano, los dos porteros con mayor antigüedad. Gaizka Garitano optó por el argentino e incluso por el polaco antes que por el coruñés por una cuestión de "jerarquía", que se limitó a jugar la Copa del Rey antes de salir cedido al Anderlecht hace aproximadamente un año. Su buen hacer en el equipo belga y la salida de Lux le abrió las puertas de la titularidad del equipo blanquiazul, y así comenzó hasta que en el parón tras la segunda jornada se rompió un dedo. Volvió, pero falló en Sevilla y contra el Valencia, y a pesar de mostrarse muy regular esos dos errores le pesan como una losa.

El club lleva tiempo tratando de convencer a Soria, portero del Sevilla a la sombra de Rico, sobre el que habló esta semana Vicenzo Montella, entrenador del equipo de Nervión. "Las posibles salidas de futbolistas me gusta hablarlas con el club, porque todo futbolista tiene que querer estar en el Sevilla, so para mí es lo mejor, pero si hay alguno que tiene otra aspiración y no quiere seguir, ya es su problema". Las posibilidades de David Soria de tener protagonismo con el entrenador italiano se diluyen cada día, de hecho en la ida de los cuartos de final de la Copa frente al Atlético fue Rico el que jugó.

El asunto del mediocentro es una prioridad para el club coruñés desde hace tiempo a pesar del número de futbolistas que en teoría ocupan esa demarcación, pero ninguno tiene el perfil que reclama Tino Fernández -como dejó entrever alguna vez en sus comparecencias públicas-, un futbolista con jerarquía y mando en la medular que sea capaz de restar y que al mismo tiempo tenga cierto manejo del balón. Un futbolista que se imponga y marque territorio en la línea que está justo por delante de la defensa. El Deportivo maneja sobre todo la posibilidad de la cesión, para ceñirse a su disponibilidad económica, pero no descarta la posibilidad de que el futbolista que llegue pueda hacerlo con una opción de compra aplicable siempre que el equipo alcance la "permanencia". Eso porque en plaza de Pontevedra empiezan a verle las orejas al lobo.