El ucraniano Maksym Koval quiere hablar en el campo y demostrar que es un portero válido para el Deportivo pese a ser un desconocido en el fútbol español. "No soy entrenador ni periodista. Intento hacerlo lo mejor posible. Ya verás en el futuro si soy bueno o no", respondió ayer al ser cuestionado sobre sus características y su trayectoria. Llega cargado de ilusión por "ayudar al equipo a subir posiciones". "Estoy muy contento de estar aquí y voy a hacer todo lo posible por ayudar a los compañeros y al equipo a subir posiciones", afirmó antes de superar el examen médico en el Hospital Modelo. Ha visto varios encuentros del Dépor y, a su juicio, la nefasta temporada que está haciendo su nuevo club se debe simplemente a "mala suerte". "Hizo buenos partidos y tiene buenos porteros. Es cosa de mala suerte. Yo creo que va a cambiar todo y que vamos a subir en la clasificación", pronostica el internacional.

Llega desde el Dinamo de Kiev, cedido con una opción de compra obligatoria en caso de alcanzar el objetivo de la salvación: "Si el Deportivo permanece en Primera, me compra". Por lo tanto, prolongar más allá de junio su etapa en A Coruña depende de que el equipo logre evitar una de las últimas tres posiciones, un objetivo al que espera colaborar acabando con las dudas que durante toda la temporada han planeado sobre la portería del Dépor, por la que ya han desfilado cuatro guardametas diferentes antes que Koval: Rubén Martínez, Przemyslaw Tyton, Francis Uzoho y Costel Pantilimon.

Pese a la escasa fiabilidad de los arqueros blanquiazules, el ucraniano cree que son "buenos", pero que siempre "se mira con lupa a los porteros". "Es un puesto muy importante y cuando se cometen errores siempre se mira con lupa. En un jugador de campo no se fijan tanto. Es lo que tiene ser guardameta. Yo quiero jugar, voy a intentar hacerlo lo mejor posible para jugar y quiero ayudar al Dépor", insistió.

A sus 25 años, no tuvo dudas a la hora de aceptar la oferta coruñesa para dar el salto a la mejor liga del mundo. "Fue cosa de una hora. Hablé con mi familia, con mi padre. Él me preguntó si quería. Y yo le respondí que por supuesto, que era el Dépor", relató. Sabe que llega a un "club grande", que en el pasado protagonizó episodios memorables como "el 4-0 al Milan" y por el que pasaron grandísimos futbolistas como "Bebeto o Makaay". Ahora son otros los jugadores que defienden la camiseta blanquiazul. Por ejemplo, "Lucas Pérez y Bruno Gama", de los que Koval tiene referencias por su pasado en el fútbol ucraniano. Sobre A Coruña, donde vivirá como mínimo hasta junio, le han contado que es "muy tranquila y muy bonita".