Eneko Bóveda (Bilbao, 1988) decidió en este mercado de invierno abandonar el Athletic para enrolarse en el Deportivo. En Bilbao probablemente hubiera disfrutado de una temporada confortable, sin sobresaltos, pero a costa de tener un papel testimonial en el equipo. Frente a eso prefirió enrolarse en las filas del conjunto blanquiazul, sumido en una delicada situación. "El objetivo es muy claro, y más en esta situación. Estoy totalmente dispuesto a afrontarlo", manifestó ayer después de su primer entrenamiento como jugador deportivista. "Llevaba dos años y medio en el Athletic y veía que mi participación estaba bajando. Empezamos a mirar opciones en el mercado, hubo contactos con varios equipos y es el Dépor el que me muestra más interés", resumió sobre la operación.

Antes de tomar la determinación de mudarse a A Coruña, sin embargo, Bóveda buscó consejo. Lo encontró muy cerca, en el propio Athletic, y de boca de alguien de especial confianza para él. El defensa acudió al ex entrenador deportivista Gaizka Garitano, ahora en el banquillo del filial rojiblanco, para interrogarle sobre lo que se podría encontrar en el Deportivo. Quedó tan satisfecho de lo que le contó que decidió firmar un contrato hasta final de temporada y dos más, con cláusulas en caso de descenso. "Estuve hablando un rato con él y todo lo que me dijo es bueno", desveló Bóveda. "Es una persona de la que me fío especialmente. Cuando a alguien lo echan de aquí y habla tan bien, hay que tenerlo en cuenta", indicó sobre la relación que los une después de que ambos coincidieran en el Eibar y lograran llevarlo de Segunda B a Primera.