Hace tiempo que la paciencia de Cristóbal comenzó a agotarse. Quizá también la de Emre Çolak, futbolista de carácter volcánico al que esta temporada se le han racionado las oportunidades, y que ayer, en el regreso a los entrenamientos de la plantilla, se salió del tiesto y desafió al entrenador con una chiquillada que Cristóbal no toleró. Quizá en otras circunstancias, si el equipo no estuviera en puestos de descenso y no viniera de encajar siete goles en el Santiago Bernabéu, el técnico la hubiera pasado por alto y resuelto de manera interna. Probablemente la hubiera atribuido al descontento de un jugador sin apenas protagonismo y el desenlace no hubiera sido el de ayer en la ciudad deportiva de Abegondo a la vista de todo el mundo. Ocurre sin embargo que el Deportivo se encuentra en una posición delicadísima, ante un partido fundamental para su futuro en la categoría y que Cristóbal no consintió el desaire de su jugador.

El resumen de lo sucedido lo ofreció un recién llegado, Eneko Bóveda, implicado indirectamente en lo sucedido. "Estas cosas pasan en el fútbol cuando el equipo va mal; el humor de todos cambia, suele ser peor", reflexionó el lateral derecho tras la sesión. "Son cosas que se van a gestionar. El seno de la plantilla es consciente de los objetivos tanto a corto como a largo plazo", añadió.

Bóveda fue testigo de primera mano del episodio entre el entrenador y Çolak porque estuvo en el origen. Los jugadores participaban en un ejercicio de posesión cuando, en una pugna con el refuerzo invernal deportivista, el turco se fue al suelo. El mediapunta se levantó airado y en la siguiente acción en la que le llegó el balón a los pies lo mandó de manera violenta al campo contiguo al que se entrenaba en esos momentos la plantilla.

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Cristóbal Parralo expulsa a Çolak del entrenamiento

Cristóbal decidió entonces parar el entrenamiento y afeó el gesto al turco. Inmediatamente después, le preguntó si tenía algún "problema". "Çolak, ¿qué problema hay?", le interpeló directamente el técnico para recriminarle al turco su actitud. "¿Tienes algún problema?", insistió. "Si no quieres entrenar, te puedes ir", le desafió el técnico.

En ese momento, Çolak dudó y le manifestó a su entrenador que no ocurría nada. Cristóbal, sin embargo, fue contundente con la actitud del jugador. "Si quieres vete. Vete, vete", le ordenó a continuación. El turco enfiló entonces el camino de los vestuarios ante la sorpresa de algunos compañeros, que trataron de convencerle de que permaneciese sobre el césped de la ciudad deportiva. El entrenador, sin embargo, zanjó cualquier posibilidad dirigiéndose a la plantilla al completo. "Aquí solo se quedan los que quieran entrenar", advirtió Cristóbal al grueso de jugadores.