Del Seedorf entrenador se sabía más bien poco antes de aterrizar en el banquillo deportivista en sustitución de Cristóbal. Sus breves experiencias en el Milan y en China anticipaban a un técnico cercano, respetuoso con los jugadores y detallista. Lo que se ha podido ver hasta ahora en la ciudad deportiva de Abegondo confirma ese perfil del holandés y avanza más detalles como entrenador del histórico exjugador holandés. Durante su carrera como futbolista estuvo a las órdenes de algunos de los preparadores más prestigiosos. Van Gaal, Capello, Heynckes o Ancelotti fueron algunos de los que extrajo las enseñanzas que ahora trata de aplicar en su incipiente carrera en los banquillos. "En ese sentido he tenido una escuela de muy alto nivel, pero sé que cada entrenador debe tener claras sus ideas", advirtió el día de su presentación.

En su método trasluce la influencia italiana acumulada durante más de una década. Lo demostró nada más llegar cuando programó sesiones dobles y citó a la plantilla para comer todos juntos en el hotel habitual de concentración. La ascendencia transalpina se extiende a las tareas que propone durante los entrenamientos, algunas insólitas sobre el césped de la ciudad deportiva de Abegondo.

Ayer Seedorf decidió dividir a la plantilla en dos grupos durante la sesión de la mañana. Primero citó a los defensas (Luisinho, One, Albentosa, Bóveda, Navarro, Schär, Fornos, Gerard Valentín, Juanfran, Borges, Krohn-Dehli, Rubén, Koval y Tyton) y luego a los jugadores de ataque (Lucas, Andone, Bakkali, Adrián, Çolak, Valverde, Cartabia, Carles Gil, Borja y Pedro Mosquera) para un trabajo táctico diferenciado para el que reclutó al Fabril.

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Apuntes del método Seedorf

Los dos grupos trabajaron por separado en un ejercicio común de la escuela italiana. Seedorf lo conoció nada más aterrizar en Madrid, en la temporada 1996-97, y de la mano de Capello. El técnico tenía por costumbre trabajar con la defensa en solitario durante días para después enfrentarla con los jugadores ofensivos de su propio equipo. A pesar de la nómina de jugadores de ataque del conjunto blanco por aquel entonces (Raúl, Mijatovic, Suker o el propio Seedorf) había ocasiones en las que les resultaba complicado batir a sus compañeros durante los entrenamientos del técnico italiano.

El holandés ha incorporado a su método un ejercicio que se convertiría en familiar para él durante sus temporadas en el Milan. Ayer lo puso en práctica en Abegondo para tratar de corregir los graves problemas defensivos que afectan al equipo desde el comienzo de la temporada. La diferencia estuvo en que Seedorf no enfrentó a sus propios jugadores, sino que recurrió al filial para empezar a introducir conceptos tácticos en su segundo día al frente de la plantilla.

Bajo la mirada también del técnico del filial, Gustavo Munúa, el nuevo entrenador deportivista esbozó los rasgos del equipo con el que debutará el lunes contra el Betis. Agresividad e intensidad serán dos atributos de la personalidad que busca.