Clarence Seedorf se estrena en el banquillo de Riazorcon una alineación de marcado carácter ofensivo con la que, en teoría, pretende incomodar al Betis, quitarle el balón y obligarle a estar más preocupado de defender que de atacar. Es una auténtica revolución, porque deja fuera de la lista a futbolistas importantes como Guilherme o Carles Gil, y en el banquillo a otros habituales titulares como Schär o Borges. Apostará de inicio por Bóveda, Valverde y Bakkali, quien se unirá en ataque a los tres delanteros: Lucas, Adrián y Andone. Más pólvora para el último cartucho del Deportivo, cuyo gran problema hasta ahora ha sido su extrema fragilidad. Por algo es el equipo más goleado de Primera. Mantener imbatida la portería de Rubén, que repetirá desde el inicio con el nuevo técnico, volverá a ser esta noche el objetivo ante uno de los conjuntos más realizadores de la categoría.

En el entrenamiento de ayer Seedorf confirmó el plan que ya había esbozado el sábado. Bóveda jugará de central junto a Albentosa, mientras que Fede Valverde compartirá con Krohn-Dehli la responsabilidad de liderar el centro del campo. Bakkali, en banda izquierda, es la otra novedad de una alineación atrevida, con los tres delanteros a la vez: Lucas partiendo desde la derecha, Adrián en la mediapunta y Andone como principal referencia ofensiva.

Con ese once, a la fuerza, el Dépor saldrá al ataque. No le vale otro resultado que no sea la victoria. Definitivamente, se le acabó el margen, y si no es capaz de tumbar al Betis será carne de Segunda, por muchas jornadas que queden por delante. Necesita un impulso, un triunfo para agarrarse al efecto Seedorf y creer de verdad en la reacción, que pasa obligatoriamente por encadenar varios resultados positivos. El holandés atraerá muchos focos esta noche, casi todos, pero su figura no puede servir de escudo para los futbolistas. Hace tiempo que se les acabaron las excusas. Deben dar un paso al frente, lavar la bochornosa imagen ofrecida en Anoeta Anoeta y, sobre todo, sacar el partido adelante. Como sea. En solo seis jornadas de trabajo ni Seedorf ni nadie puede hacer milagros. Su mano se notará más en lo anímico que en lo futbolístico.

Enfrente, un Betis siempre peligroso pese a las bajas de los lesionados Feddal, Campbell y Sanabria, más la del exdeportivista Barragán por sanción. No estará el lateral nacido en Pontedeume, pero sí otro exblanquiazul: Andrés Guardado. Ya no juega en la banda izquierda, que tantas veces cabalgó sobre el césped de Riazor. Ahora se desenvuelve por dentro, convertido en un centrocampista de mucho recorrido que sabe combinar y siempre ofrece soluciones a sus compañeros. Es uno de los pilares de la escuadra de Quique Setién, que ha sabido dotar al Betis de una identidad propia basada en la posesión y en una propuesta muy ofensiva. Hoy, como siempre, querrá el balón, igual que el nuevo Dépor de Seedorf.