Me han bastado 20 minutos para ver en el Deportivo cambios sustanciales que dejan en muy mal lugar a los predecesores de Seedorf en el banquillo y en consecuencia a los responsables que les colocaron en ese cargo. Pero claro, el nuevo entrenador también ha cometido errores. Albentosa, una vez más, ha costado 3 puntos y la imagen del gol lo deja sin excusas, una vez más. El marcador final, drámatico. Ya solo queda llamar a la épica... pero el resultado ha estado más cerca de ser positivo que en los 22 anteriores. Por lo menos por saber a lo que han jugado.

Hay una frase muy importante en el fútbol: "Tan importante es jugar bien, como no molestar". Pues eso, cada uno a los suyo. Los defensas a defender, casi todos, los centrocampistas a enlazar con los delanteros lo antes posible (que lástima lo de Valverde) y los atacantes a hacer daño a la zaga rival.

Con el nuevo técnico ha quedado claro que los centrocampistas de pase corto, intrascendente y casi siempre para atrás, pocas opciones van a tener de sudar la blanquiazul. También ha quedado claro que en ataque habrá, como mínimo, 4 peloteros juntos. Y a mí, con este nuevo planteamiento, me falta el turco. ¿Era tan difícil ver que esta plantilla solo tiene opciones de ganar juntando a los buenos?

Y la involución en el juego ha sido sencilla. No todos los equipos tienen a Xavis, Iniestas, Busquets, Modrics, Krosses y compañía, así que: "Larga y por arriba", que diría Luis Rodríguez Vaz, y a jugar cerca de la zona de peligro rival.

Después de lo de ayer, todavía hay esperanza... pero con los buenos.