Es el primer caso de un partido de fútbol en España que llega a la vía penal y la acusación está dispuesta a llegar hasta el final: condenar a los 42 investigados que participaron, supuestamente, en el amaño del Levante-Zaragoza de 2011. El triunfo del cuadro aragonés (1-2) y la derrota del Deportivo en Riazor ante el Valencia provocó el descenso del equipo coruñés a segunda División.

A falta de que el club blanquiazul y LaLiga presenten sus escritos de acusaciones, el fiscal ya se ha adelantado con una petición de penas ejemplar: dos años de cárcel, seis años de inhabilitación para todo lo relacionado con el fútbol y 1,93 millones de euros de multa para cada uno de los implicados, tal como refleja el escrito de acusación. La suma total de la sanción da como resultado 80,3 millones. Una cantidad "absolutamente desorbitada", según fuentes cercanas al caso.

LaLiga quiere que aquel encuentro de mayo de 2011 sea un caso ejemplar para el fútbol español. Las acusaciones son muy graves: corrupción deportiva y, en el caso del Zaragoza, falsedad de documento mercantil. A falta de que se resuelvan ahora las apelaciones de las defensas, el periodo estimado para el inicio del juicio es de seis meses.

El caso involucra a jugadores tan relevantes como al actual capitán del Atlético, Gabi; al de River, Leo Ponzio; al jugador del United Ander Herrera o al del Leicester, Iborra. Ninguno de los 18 futbolistas del Levante que jugaron aquel partido, por el que supuestamente recibieron 965.000 euros de la plantilla del Zaragoza a cambio de dejarse ganar, continúa en el equipo granota. El conjunto maño ganó 1-2 en el Ciutat de Valencia y evitó el descenso, al que se vio condenado el Deportivo con 43 puntos.

En el escrito se subrayan los escasos movimientos bancarios de los jugadores granotas en el verano posterior y se habla de la entrega de la supuesta prima "en un lugar indeterminado". El ingreso que, presuntamente, recibió la plantilla del Zaragoza para "comprar" el partido está recogido con el concepto "Paga extra 7".

Al no tener antecedentes, una condena de dos años no supondría una amenaza de cárcel para los jugadores supuestamente implicados, salvo para el entonces técnico del Zaragoza, el mexicano Javier Aguirre, involucrado en la investigación de otro encuentro de 2014 (Osasuna-Espanyol). De atender el juez la petición del fiscal anticorrupción, algunos implicados no podrían trabajar en ninguna faceta relacionada con el fútbol.

En este caso destaca la presencia de Gustavo Munúa entre los futbolistas investigados por el juez. El uruguayo, exportero del Deportivo, es el actual entrenador del Fabril, puesto que ocupa desde el ascenso de Cristóbal Parralo al primer equipo. En aquel partido ante el Zaragoza el cancerbero charrúa fue de los más destacados de aquel partido.

La causa se reabrirá con un juicio oral, todavía sin fecha, en el que la fiscalía presentará las bases de la acusación. A continuación tendría que corresponder al Deportivo y a la Liga -las otras partes recurrentes- presentar también sendos escritos de acusación.