Maksym Koval participó ayer en la doble sesión de entrenamiento con absoluta normalidad, a pesar de tener una doble fractura en el dedo índice de la mano izquierda. El portero ucraniano se lesionó durante el entrenamiento del pasado martes 13, pero al día siguiente se ejercitó con normalidad; sin embargo, en la víspera del partido contra el Alavés se entrenó a las órdenes de Fran Molano, el readaptador físico del equipo blanquiazul.

Superado el fin de semana, debido al compromiso del Deportivo en Mendizorroza, Koval optó por volver al trabajo a pesar de la recomendación de los médicos, que optaban por darle descanso, a lo que el guardameta ucranino se opuso y participó en la sesión con sus compañeros.

Koval aterrizó en a A Coruña el 22 de enero y desde entonces se puso a trabajar a las órdenes de Cristóbal Parralo, que lo incluyó ya en la convocatoria para el partido contra el Levante, pero el técnico decidió mantener a Rubén en la titularidad; en buena medida porque podía ser muy pematuro alinear a un recién llegado y sin apenas partidos en esta temporada.

El ucraniano entró en todas las convocatorias a partir de entonces -Tyton era el descartado tras la marcha de Pantilimon-, pero se tuvo que conformar con seguir los cuatro partidos desde el banquillo, toda vez que Seedorf también mantuvo la confianza en Rubén.