El entrenador del Deportivo, Clarence Seedorf, quiso hacer una lectura positiva del empate ante el Eibar, un resultado que mantiene al equipo coruñés en puestos de descenso. En su opinión, pese al 1-1 ahora "hay más fe, confianza y fuerza". "Todo el mundo quería ganar pero el partido se puso como se puso. Mirando cómo se puso la situación, sacamos cosas positivas", aseguró.

El Dépor se limitó únicamente a defender en la segunda mitad, en la que tuvo que hacer un esfuerzo extra al quedarse con diez. Si tardó en hacer los cambios -Krohn-Dehli entró en el minuto 80 y Bakkali en el 84- fue, a su juicio, "porque la cosa estaba funcionando": "Quería cambiar a Adrián porque también había hecho un esfuerzo enorme pero después me avisaron de que habían visto a Andone un poco más cansado. Es normal llegar cansado al minuto 85. No es nada de particular. Bakkali entró y por poco no recibió un pase de Lucas. El equipo hizo lo que tenía que hacer en el segundo tiempo".

Sobre Andone, que no encajó bien su sustitución, comentó que "es un jugador muy importante para el equipo". "Yo también fui jugador y el futbolista que sale no está contento. Difícilmente estás contento tras ser cambiado. Él piensa que puede seguir. No es un problema si un jugador se enfada cuando lo cambio. Andone es muy importante. Es una persona y un chico que me gusta. Tengo buena relación con él. El hecho de que se quisiera quedar es una muestra de compromiso", indicó sobre el rumano.

También se refirió Seedorf al debutante Maksym Koval, al que él llama “Hulk” porque "tiene mucho coraje y es extrovertido". "Estaba desilusionado por dejar al equipo así pero esas cosas pasan y tenemos que ser más fuertes que la mala suerte y las decisiones arbitrales. Tuvo una entrada no feliz pero tengo 100% de confianza en Rubén y en Tyton, que también está. Después del primer tiempo, un punto era lo mínimo", añadió el técnico, "orgulloso" del esfuerzo de su equipo: "Pagamos muy caro cada error que cometemos pero luego el equipo se ha levantado. Entró en el segundo tiempo con el cuchillo entre los dientes, trabajando y basculando muy bien. Estoy orgulloso de ellos, especialmente del segundo tiempo. Han demostrado ser un grupo, querer, y por eso sigo con mucho optimismo".