Se acabaron los bandazos, de momento. Clarence Seedorf vira hacia el continuismo, siempre y cuando lleve a la práctica mañana en Montilivi (21.00 horas) el plan ensayado ayer por la tarde en Abegondo. Cree que el Dépor está en el camino correcto y, según esas pruebas, planea aparcar esta vez las revoluciones para depositar nuevamente su confianza en el mismo bloque que alineó en el compromiso más reciente ante el Eibar. De hecho, el once que trabajó ayer es el mismo, con dos únicas novedades: la entrada obligada de Rubén, que recuperará la condición de titular debido a la sanción a Maksym Koval; y el regreso de Pedro Mosquera, que vuelve a estar disponible tras cumplir un partido de castigo por acumulación de amarillas. El coruñés entraría en lugar de Emre Çolak para completar el rombo en el centro del campo con Muntari por delante de la defensa, Borges y Mosquera a la misma altura más adelantados, y Adrián como vértice ofensivo por detrás de los dos delanteros: Lucas y Andone.

Seedorf quedó satisfecho con el rendimiento que ofreció el Deportivo el pasado sábado en Seedorf Deportivo Riazor frente al EibarEibar, un partido condicionado por la expulsión de Koval antes del descanso. Su equipo tampoco ganó al quinto intento desde su llegada al banquillo, pero a la conclusión del encuentro el técnico holandés quiso destacar las "cosas positivas" que hicieron sus jugadores. Valora mucho las numerosas ocasiones generadas en el tramo inicial frente al conjunto armero, así como la posterior capacidad de sacrificio de sus hombres para aguantar el 1-1 toda la segunda parte con un hombre menos. De ahí su intención de dar estabilidad a la alineación y utilizar un once muy similar mañana contra el Girona.

En los ejercicios tácticos de ayer, a campo completo, Seedorf situó bajo palos a Rubén en el teórico equipo titular, con Bóveda, Albentosa, Sidnei y Navarro en defensa; cuatro jugadores en rombo en el centro del campo -Muntari, Borges, Mosquera y Adrián-, más Lucas y Andone como principales referencias ofensivas. Repite ese novedoso dibujo táctico que, según Celso Borges, le sienta bien al Dépor. "Estoy a gusto siempre, sean cuales sean las necesidades que requiera el equipo. Habíamos calado buenos minutos el día del Eibar", recuerda el costarricense, quien reconoce que "luego cambió todo" tras la expulsión de Koval. El centrocampista elogia al Girona, "un buen equipo que ha sabido manejar el hecho de jugar con tres atrás". Ese sistema con tres centrales y dos carrileros "le ha dado buenos resultados" pero eso no significa que sea un rival imbatible. "Es un buen equipo y nosotros, a nuestro mejor nivel, también lo somos -argumenta Borges-. No es el momento de compararnos con otros equipos sino de centrarnos en nuestras cosas y en tratar de sacar esto adelante. Somos capaces de plantarle cara a cualquiera. Tenemos todo el ímpetu y todas las ganas de hacerlo bien, independientemente de quién esté enfrente".

Para aspirar a un resultado positivo mañana en Montilivi, el internacional recomienda "ser sólidos y estar muy bien defensivamente". Opta por tener una "mentalidad positiva" pese al delicado momento del Deportivo, penúltimo clasificado a dos puntos de los puestos de salvación. "Todos estamos capacitados para enfrentarnos a una situación como esta. No es bonito estar así pero no todo es malo. No hay que caer en ese fatalismo. Hay que tener mentalidad positiva. Esto hay que sacarlo. Es difícil, pero hay que hacerlo", indicó tras la sesión de ayer por la tarde en Abegondo.