Alfredo Santaelena vive en el imaginario deportivista y atlético tras regalarle una Copa del Rey a cada uno de los equipos. Este domingo se enfrentan ambos en el Wanda Metropolitano, un estadio al que va "mucho" el hasta hace poco entrenador del Sanse. Ahora vive unos meses sabáticos tras ser destituido por desavenencias con el director deportivo, mientras se sigue empapando de fútbol, sufre en la distancia con el Dépor y disfruta con un Fabril, que le ha tocado como rival y al que ahora sigue como espectador.

- ¿Ha tenido la oportunidad de ver partidos del Dépor?

-Bastantes, incluso lo seguí en directo en Getafe. Está en una situación complicada, me preocupa. Cuando llegó Seedorf tuvo unos partidos en los que mereció más y se llevó varios empates, ahora el Levante ha cogido oxígeno. Necesita un triunfo para tener opciones hasta el final del campeonato.

- Usted que llegó a A Coruña de la mano de Arsenio con su orden y talento, ¿le choca ver ahora un equipo tan débil atrás?

-Las casas se empiezan por los cimientos y mal si los equipos se construyen desde la delantera. No conozco el trabajo de la dirección deportiva, pero creyó en unos jugadores que no han rendido. Aun así, mientras hay vida, hay esperanza. Le falta ser más solido atrás y una victoria que cambie la dinámica negativa. Yo lo veo y el equipo, a pesar de las adversidades, siempre tiene respuestas positivas.

- ¿No es el Wanda el mejor campo para ir de visita, no?

-A priori, no, pero nunca se sabe. Voy mucho porque está al lado de mi casa y, aunque el fútbol del Atlético no es excelente, funciona muy bien en su estadio; solo perdió un partido de Champions. Será un encuentro exigente. Le va a dar la pelota al Deportivo; a Las Palmas le ganó en una contra.

- Es probable que recurran al Atlético B. Usted que conoce esa cantera, ¿responderán?

-A Thomas y Saúl los entrene en los juveniles. Su filial tiene jugadores desequilibrantes, pero creo que dar el paso a Primera les puede costar. Pagaron la sanción, no poder fichar, son futbolistas muy jóvenes. Montoro sí está listo, pero hay más gente preparada atrás que arriba. Ahí en A Coruña también hay chavales, lo están haciendo fenomenal. Borja Galán es un futbolista espectacular, de una categoría superior.

- ¿Le llena más el ojo el Fabril?

-Les ganamos (con el Sanse) en la primera vuelta, pero me gusta mucho la identidad que tiene, tanto con Cristóbal como con Munúa. Fui a verlo ante el Fuenlabrada y me encantó Pinchi, también Edu Expósito. Tienen jugadores muy buenos, es un equipo serio, compacto y con deseo. La dinámica es buena, se meterá en la fase.

- Si el Dépor acaba en Segunda, ¿hay materia prima en el filial para ese proyecto?

-Seguro, muchos futbolistas podrían salir, hay que apostar por la cantera. El Dépor ya tuvo a Fran, José Ramón, David o Viqueira, con el que coincidí el otro día en el Metropolitano. El Atlético apostó en su día por Koke, Thomas, Saúl, Lucas... En Segunda el Dépor tendría que tener una base buena de jugadores que conozcan la categoría y estos futbolistas bien formados y con ilusión. Responderían.

- ¿Quién quiere que gane el domingo: Dépor o Atlético?

-No hay duda: el Dépor. Es verdad que tengo el corazón partido, pero ellos ya tienen la Liga olvidada y con las urgencias del Dépor... Me gustaría que ganara.

- ¿Irá a verlo?

-Pues esta semana, no (se ríe). Tengo una casa en Segovia y asistiré al Gimnástica-Fabril.

- ¿No cree que es difícil explicarle a quien no lo haya vivido ese vínculo que tiene usted con el deportivismo y A Coruña?

-Puede ser. Pero fue algo de siempre, ese feeling con la gente. Hasta mi hijo es coruñés. Cuando vuelvo allí, siempre recibo el aplauso del aficionado y eso a uno le llena el corazón para siempre. Dejé amigos jugadores como Nando, Manjarín o Donato que todavía están allí y también tuve relación con gente de la calle. Soy una persona humilde y agradezco mucho ese cariño que es mutuo. A Coruña es un sitio que me hizo crecer como futbolista y como persona.

- ¿Qué le pasó en el Sanse?

-Me destituyeron, fue una decisión del director deportivo. No fue por resultados ni por mal ambiente. Y el equipo tenía identidad.

- ¿Muchas prisas en el fútbol?

-Hay que tener los pies en el suelo y ser humilde. El año pasado era un recién ascendido, me llamaron y nos salvamos. Y este año el objetivo era estar en mitad de tabla.

- Se le nota tocado. ¿Es así?

-Normal. Es que cuando te echan y no hay razones...

- ¿Ya está listo para afrontar un nuevo desafío?

-Sí, preparado. No paramos, lo llevo en las venas, es lo que me gusta. Sigo yendo a partidos, estoy informado. Me gusta ver lo que hacen los compañeros para seguir aprendiendo, mejorando. Estuve en un club grande y sé manejar vestuarios. Ojalá algún día pueda ir al Deportivo. ¿Quién sabe?