Para Clarence Seedorf no hay finales, ni siquiera con el equipo empantanado a ocho puntos de la salvación en vísperas de visitar el nuevo Metropolitano para enfrentarse al Atlético de Simeone. "Ya hemos aclarado que final solo hay una", corrigió ayer por la mañana en el estadio antes de que el equipo volase a Madrid para ejercitarse en la ciudad deportiva de Valdebebas antes del partido. Final será cuando llegue el "último partido decisivo", argumentó.

El conjunto que dirige, sin embargo, afrontará esta noche un compromiso determinante para sus opciones de salvación. Lo hará sabiendo lo que hicieron ayer Levante y Las Palmas, lo que añadirá presión a la ya de por sí agobiante situación deportivista. Seedorf, no obstante, entiende que no debería ser determinante saber de antemano los resultados de sus máximos rivales por la permanencia, a pesar de que el holandés ha reconocido en no pocas ocasiones que la tensión acumulada a lo largo de la temporada representa un obstáculo para sus jugadores. "Siempre condiciona un poco, pero no tanto como para cambiar lo que uno tiene que hacer", razonó ayer. "Siempre digo que nos tenemos que fijar en lo que tenemos que hacer nosotros. No creo que vaya a influir en ese sentido porque lo que tenemos que hacer nosotros sigue siendo igual", añadió.

Lo que tiene que hacer el equipo de Seedorf no es ni más ni menos que lograr al menos puntuar en un campo en el que solo el Girona lo ha hecho este año. El holandés, en ese sentido, es consciente de que las esperanzas entre la afición han decaído con su llegada y después de sumar tan solo tres puntos de 21 posibles. "Desde que he llegado el ambiente está pesimista. Lo entiendo porque son muchos años que el Deportivo lleva sufriendo, pero no hay que mirar al pasado. El Dépor ha vivido muchos años de este tipo y no hay motivo para no creer en el equipo mirando con objetividad lo que hemos hecho conmigo. Hemos merecido más", argumentó.

Un resultado positivo permitiría a los blanquiazules agarrarse a unas opciones de salvación en las que Seedorf continúa confiado plenamente a pesar de ese derrotismo que percibe alrededor del equipo, aunque no así en el vestuario. "Este grupo no va a rendirse mientras haya posibilidades. Hay muchísima ilusión y ganas. Queda tiempo. La Liga está llena de historias de equipos que lo tenían casi imposible y lograron salvarse", reflexionó.