Carmelo del Pozo, el nuevo director deportivo del Deportivo, es un técnico que destaca por su trabajo de campo, es de esos que anteponen el estudio y análisis de un futbolista sobre el terreno antes que limitarse solo a los programas audiovisuales. El nuevo responsable deportivo del club coruñés llegará el lunes para firmar un contrato de por temporadas tras desvincularse ayer el Levante, al que tuvo que satisfacer entre 100.000 y 150.000 euros para quedar libre del compromiso que lo unía al club granota hasta junio de 2019. El segoviano es el hombre elegido por el club coruñés debido a su profundo conocimiento de la Segunda División, además de su dominio de Primera y el fútbol internacional.

El equipo blanquiazul necesita ascender con urgencia de nuevo a Primera División. Obliga la tremenda deuda a la que está sujeto tras someterse a un concurso de acreedores, a pesar del acuerdo con Abanca que le permitió liberarse de con el débito que mantenía con la Agencia Tributaria y para lograr ese ascenso necesario Del Pozo parece el más indicado, y será el encargado de formar la plantilla necesaria para lograr el objetivo a la primera. Otra vez, porque en las dos últimas oportunidades en las que los blanquiazules tuvieron que visitar la categoría de plata acabaron regresando a la elite después de solo un curso de tránsito.

Del Pozo no llegará solo a A Coruña, pues lo acompañarán entre dos y tres colaboradores con los que estuvo trabajando en los últimos años. Técnicos que, sin estar en nómina del Levante, participaron en la elaboración en las dos últimas plantillas del cuadro valenciano. Además, el Deportivo acabará de formar el equipo necesario con la contratación de los técnicos necesarios, con un secretario técnico al frente y por debajo de Del Pozo, para dotar al club de la infraestructura técnica de la que adolece, según fuentes de la propia entidad deportivista.

"Este año visitó numerosos campos de Segunda División, categoría de la que tiene un exhaustivo control", aseguran desde Valencia. "Es algo que le hubiese servido para el Levante y que ahora le será muy útil al Deportivo", añaden. Maneja los sistemas audiovisuales -vídeos y diversos programas informáticos que le permiten ver a todos los futbolistas que desee-, pero Carmelo del Pozo es "ante todo un técnico de campo en el sentido más extenso de la palabra, ya que le gusta ver in situ a los futbolistas".

Fuentes cercanas a su entorno aseguran que lo que más le atrajo del proyecto el Deportivo es la posibilidad de trabajar con libertad, de tener la oportunidad de formar un equipo de trabajo y de obtener una responsabilidad real de la que carecía en el Levante. "Este es un equipo muy familiar, pero al mismo tiempo un tanto inmovilista a pesar de estar en Primera División". Aquí se encontrará con la posibilidad de dirigir a un grupo de técnicos, una parte de los cuales serán aportados por el Deportivo. "Hay cosas que todavía tienen que hablar", dijo ayer una fuente cercana a la negociación.

Del Pozo, que ayer todavía no había firmado el acuerdo de rescisión con el Levante, estará el lunes para rubricar el acuerdo con el Deportivo, donde se encontrará con un "muy buen conocido" como es Manuel Mosquera, el exatacante del primer equipo, exentrenador del Fabril y actual integrante de la secretaría técnica. El coruñés puede llegar a convertirse en la mano derecha del segoviano en el inicio de esta nueva aventura tras su paso por el Oviedo, donde inició su carrera como director deportivo, y el Levante.

Al Oviedo llegó en 2013 como preparador físico, pero el cambio de consejo de administración lo llevó a convertirse en el pilar de la confección de dos plantillas, que llevaron a los ovetenses a alcanzar la Segunda División. Después de dos temporadas trabajando en la secretaría técnica, en 2016 fue contratado por el Levante para seguir con esa función. En su primer año fue el responsable de formar el equipo que regresó a Primera y en el segundo fichó a futbolistas que apenas eran desconocidos y acabaron firmando la permanencia.