Derbi atípico y lleno de sensaciones contrapuestas. Quizá el partido de máxima rivalidad más descafeinado, raro y vacío que se recuerde. Con el Celta albergando una esperanza mínima de mejorar la clasificación y lo que es más grave el Dépor ya descendido, pareció que sólo el "honor" de ver quien se llevaba la victoria tuvo a los dos equipos compitiendo mínimamente a arreones. El resultado final de tablas, quizá fuese el más justo dentro de las circunstancias.El Celta ha tenido un año demasiado irregular: en la mejor campaña de Iago Aspas desde que es profesional y que le debe llevar obligatoria y merecidamente a tener un dorsal en la lista del Mundial, parece que la felicidad no es completa porque ha dejado demasiados sinsabores y el sentir de que el equipo, podía hacer algo más. No se le puede negar que tiene un estilo definido y una identidad clara después de haber pasado por las manos de Eusebio, Paco Herrera, Luis Enrique o Berizzo... y aunque Unzúe traía la misma filosofía, la necesidad de dar un salto hacia adelante es una exigencia imperiosa. La histórica sequía de títulos no le deja entrar de momento en el club de los elegidos. Algo que ya hace tiempo merece por su buen trabajo estructural desde la base y de haberse reinventado después de pasar por momentos muy delicados.

El Dépor ha vivido en su historia reciente en los últimos 25 años algo impensable poco antes y que era utópico y una quimera: codearse con los grandes de España y Europa y ganar títulos de prestigio, Pero eso se acabó y por el reparto presupuestario y televisivo, nunca volverá. La realidad actual es que deportivamente hablando lleva un lustro pésimo, en el alambre, sin criterio ni dirección y parece que con una gestión deportiva más cercana a un grupo de amigos dirigiendo un equipo de peñas que a lo que se le presupone a un club profesional. Después de haber salvado la categoría por los pelos en las dos últimas temporadas, una de forma casi milagrosa... cuando parecía que la cosa no podía ir a peor se llegó a un esperpento tal que acaba de dar con el equipo en la B. Juzgar todo este desmadre corresponde a otros e incluso a la propia masa social que es lo único de valor que queda de la época gloriosa.

Mientras el Celta luchará por llegar a Europa, el Dépor tendrá que remangarse para tener como objetivo inmediato poder disputar el derbi regional en primera, algo que no es tan sencillo como algunos creen.

Seguro que duele... y mucho, pero no hay más verdad que esta. Lo demás son cuentos, quimeras y rabietas infantiles.