De los cuatro capitanes del Deportivo en la pasada temporada, tres salieron en verano -Germán Lux, Álex Bergantiños y Laure Sanabria- y solo siguió Pedro Mosquera. Tanto el portero argentino como los dos canteranos eran futbolistas muy queridos por la afición y también con mucho peso de puertas adentro. Falta carácter e implicación y por eso el nuevo director deportivo, Carmelo del Pozo, anunció públicamente el pasado martes su deseo de recuperar al centrocampista de la Sagrada Familia, inmerso en la pelea por el ascenso con el Sporting de Gijón. "Ese tipo de jugador de equipo es supernecesario -argumentó el segoviano-. En el vestuario tiene que haber gente que en una situación complicada te sepa decir por dónde caminar". Según Tino Fernández, la decisión final sobre el futuro de Álex "depende de él". "La clave es el propio jugador", explicó el presidente del club.

Esta temporada Pepe Mel dio aún más galones a Mosquera, que empezó la Liga como primer capitán, y nombró otros cuatro: Celso Borges, Sidnei Rechel, Juanfran Moreno y Fernando Navarro. Incluso Raúl Albentosa llegó a lucir el brazalete en Anoeta, en el último partido de Cristóbal Parralo en el banquillo del Dépor. Luego Clarence Seedorf depositó su confianza en Adrián López para la capitanía. El asturiano no seguirá, como la mayoría de los futbolistas que esta campaña portaron el brazalete blanquiazul.