Triste epílogo

El Valencia se impuso al Deportivo con más comodidad de lo que puede parecer por lo que refleja el marcador.

Poco esfuerzo le costó a equipo local hacerse con el mando del partido, ayudado por el cuadro coruñés, se hizo con el balón y dominó el juego en la práctica totalidad del partido.

Únicamente en el tramo final, con la inclusión de Adrián sobre todo, y de Lucas, junto con los cambios que devaluaban a los locales, el Deportivo fue capaz de aproximarse con cierta frecuencia y peligro al área valencianista; lo que permitió obtener un gol que, por la altura de partido que se produjo, ni siquiera invitaba a pensar en un posible empate.

El partido y su resultado fueron el fiel reflejo de esta breve historia escrita por el club en Primera División, por lo que nada debe sorprender que se haya batido un nuevo récord negativo. Desde que la victoria se valora con tres puntos, el R C Deportivo de La Coruña es el equipo que desciende con menos puntos en la 18ª posición.

Ni siquiera parece haberse pensado en esto a la hora de encarar el encuentro de Mestalla ante un Valencia con los objetivos de la temporada, ya alcanzados.

Mucho debe cambiarse en el Deportivo para restaurar los daños causados al escudo del club.

Desde cicatrizar la herida causada por la fractura social (algo jamás vivido en la historia del RC Deportivo), hasta el triste deambular por la Primera División durante las últimas cuatro temporadas; pasando por decisiones y sucesos nada propios del Consejo de Administración de un Club de Fútbol Profesional.

Los aficionados quieren un Deportivo que les permita llevar la cabeza alta, incluso en las derrotas. Un Deportivo que pueda seguir escribiendo su historia en la competición con humildad y descaro, con atrevimiento y respeto, un Deportivo adecuadamente representado por todos los estamentos que lo componen, no solamente en el césped.

Objetivamente, hoy se ha puesto el epílogo al peor período de la historia del club.