El Fabril muere de pie en la fase de ascenso a Segunda. A pesar de no jugarse nada de manera efectiva, el equipo de Gustavo Munúa hizo otra demostración de orgullo y entereza en un Abegondo que siempre les empujó y les acabó ovacionando. El filial ya perdía en el minuto cuatro, pero antes de los 20 minutos ya ganaba gracias a los goles de Uxío y Edu Expósito, que acaba de salir del banquillo para sustituir al lesionado Álvaro Queijeiro. El soberbio lanzamiento del pivote y la facilidad con la que los blanquiazules se habían repuesto a una situación tan adversa animaban al deportivismo, pero aún quedaban muchas emociones fuertes y reveses.

Pasada la media hora, Luis Fernández vio la segunda amarilla en un duelo intenso y por momentos bronco al que el colegiado no supo poner coto. El Fabril no se arruga, pero ese escenario favorecía a un experimentado Extremadura que estuvo con uno más durante media hora. Los jóvenes blanquiazules y las fuerzas se igualaron a la hora de encuentro gracias a la expulsión de Pardo. Los dos equipos lo intentaron e incluso los de Almendralejo vieron como al poderoso Enric Gallego le anulaban un gol. Nada se movía en el marcador. El 2-1 llevaba a la prórroga.

En el tiempo añadido pesaba el cansancio y los dos equipos extremaban las precauciones. Los penaltis asomaban hasta que Carlos López, que llevaba unos minutos en el campo, mandó un zapatazo a la red en el primer balón que tocaba tras una cesión de Uxío. 3-1. El delirio se desataba en Abegondo y el pase parecía cerca. Pero en la segunda parte de la prórroga el infortunio se cebó con Álex Cobo, al que se le escapó un balón y Álex Barrera no desaprovechó la oportunidad de hacer el 3-2. A partir de ahí, los últimos intentos y, tras el pitido final, lágrimas, pero también mucha identificación. El Fabril, de los pocos motivos de orgullo para el deportivismo esta temporada.