El alcalde coruñés, Javier Losada, no sólo quiere que A Coruña lidere la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova sino que ni siquiera está dispuesto a repartir las distintas sedes de la entidad resultante de la fusión con el resto de las ciudades de Galicia. Losada lo quiere todo y así lo dijo ayer en el pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento para elegir a los representantes municipales en los órganos rectores de las dos entidades. La caja resultante de una eventual integración debería tener "la sede de su consejo de administración, la asamblea general, la comisión de control, la obra social, la fundación, las corporaciones empresariales, la dirección general y la presidencia en A Coruña por ser -advirtió- el centro financiero de Galicia". El regidor coruñés no aceptaría ningún otro escenario y ayer volvió a dejarlo meridianamente claro: "Cualquier otra posibilidad sería difícil de explicar", añadió.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, intenta desde noviembre pasado concretar una fusión "equilibrada, igualitaria y paritaria" entre Caixa Galicia y Caixanova pero en estos tres meses no ha desvelado dónde pretende ubicar la sede de la entidad resultante ni si se plantea situar la dirección general o presidencia en una ciudad y repartir entre el resto la sede de la obra social, de la corporación empresarial o los órganos de gobierno. Precisamente la ausencia de este debate ha incrementado la desconfianza en Vigo.

Su alcalde, Abel Caballero, en contra de la fusión, alega que la operación supondrá el traslado de Caixanova a A Coruña, una percepción que coincide con la defensa de Losada, quien ayer insistió en la necesidad de que la alianza gallega "no altere los intereses de A Coruña".

La fusión de las cajas y la ley autonómica que el Gobierno acaba de recurrir ante el Tribunal Constitucional por interferir con la ley estatal e invadir competencias reservadas al Banco de España estuvieron muy presentes en el debate plenario de ayer, pese a que la reunión de la Corporación tenía como único objetivo confirmar a los representantes del Ayuntamiento en los órganos rectores de las cajas que había propuesto cada partido.

El alcalde se sirvió del reglamento del Pleno -que prohíbe la presentación de mociones y preguntas en las sesiones extraordinarias- para rechazar el debate de una moción presentada por el PP y que pedía la adhesión de los tres partidos al manifiesto Galicia ten dereito a favor de la ley de cajas, respaldado la semana pasada en el Parlamento por PP, BNG, empresarios y sindicatos.

El debate de la moción habría obligado a PSdeG y BNG a escoger entre escenificar su división de opiniones y romper la disciplina de voto con sus respectivas direcciones gallegas. Y es que los nacionalistas suscribieron en el Parlamento el manifiesto que el PSdeG no apoyó, pero nacionalistas y socialistas coruñeses coinciden en defender la fusión de las cajas.

El portavoz del PP en el Concello, Carlos Negreira, defendió sin embargo su moción para apostar por "lograr la autonomía financiera de Galicia en lo que creo que es el sentir mayoritario de los gallegos y para que la comunidad no quede en segunda división, como pretende el recurso interpuesto por el Gobierno central".

La portavoz del PSOE, Carmen Marón, reprochó a Negreira su defensa de una ley que supone "un paso más hacia el intervencionismo". "Es necesaria una entidad fuerte, pero no una ley hecha deprisa y corriendo que en vez de arreglar puede complicar", defendió Marón, quien proclamó que la autonomía financiera "ya existe" y recordó que la moción presentada por Negreira no defiende que la sede de la caja resultante se quede en A Coruña.

Henrique Tello, portavoz nacionalista, dio la bienvenida a Negreira al "club de los nacionalistas conversos" y recomendó a la Xunta que actúe con cuidado. "No vaya a ser que la fusión que también defiende el BNG caiga en manos de Caja Madrid", agregó. El popular reprochó a Tello su coincidencia con las tesis socialistas. "Su partido llama a las barricadas y usted mientras no se sabe si se va a presentar por el PSOE o no se va a presentar (a las elecciones)". El alcalde fue el encargado de cerrar el turno de intervenciones con una defensa de la fusión de las cajas gallegas, pero no de la ley "inconstitucional, intervencionista y al servicio de la Consellería de Facenda".

Al final los tres grupos coincidieron en respaldar a los candidatos de cada partido a consejeros de Caixa Galicia. Pedro Vasco Pardavila y María Debén (PSOE); Ricardo López Mosteiro y Javier Muñiz García (PP) y Fernando López Currás (BNG) se sentarán en la asamblea general de la entidad. Mientras, en Caixanova, el Concello tendrá a un único representante, el médico José García Buitrón.