Alazan y Keblar, dos de las tres sicav de Amancio Ortega, eran hasta hace poco las mayores sociedades de inversión de España. Ahora no están ni entre las seis primeras. La causa es la paulatina retirada de fondos que ha realizado el fundador de Inditex en el último año.

Ortega posee tres sociedades de inversión de capital variable, las dos mencionadas con anterioridad y Gramela, mucho más pequeñas que las anteriores. A través de ellas, maneja parte del inmenso patrimonio que ha amasado en la última década. Las sicav son instrumentos de inversión para los ricos que tributan al 1% en lugar del 24% o 28% que lo hacen las empresas.

En el segundo trimestre de 2007, el capital de las tres alcanzó su mayor cota: 1.444 millones. Alazan y Keblar eran las sociedades españoles con más capital por delante de las de Alicia Koplowitz, la familia Del Pino o la de la ex mujer de Amancio Ortega, Rosalía Mera.

A finales de 2007, Keblar poseía 641 millones; Alazán, 403 y Gramela, 69. Sólo dos años después el capital de las tres se ha reducido a sólo 285 millones. Ahora, la primera maneja 100 millones; la segunda, 175 y la tercera, 9.

Todo esto ha provocado que Morinvest, la sicav de Alicia Koplowitz, lidere en estos momentos la clasificación nacional con un patrimonio de 441 millones; le sigue Allocation, de la familia Del Pino, con 379; Soandres de Activos, de Rosalía Mera, con 305; Cartera Mobiliaria, con 259; Chart Inversiones, de la familia Del Pino, con 221, y Ardizia de Inversiones, de la familia gallega Fernández-Somoza, con 209. En la sexta posición se sitúa Keblar, de Amancio Ortega, con 175, y en la séptima, Breixo de Inversiones, de Rosalía Mera, con 174. Alazan ocupa la decimotercera plaza con 100 millones.

Fuentes cercanas al family office de Amancio Ortega, citadas por el diario Expansión, explican que la retirada del presidente de Inditex de las sicav se ha debido a diferentes crisis, como la de los monetarios dinámicos, la iliquidez de la renta fija privada o la quiebra de la empresa austriaca Meinl.

Desde el sector añaden que también ha influido la incertidumbre fiscal que ha habido en torno a las sicav. Algunos partidos políticos defienden que se eleve la tributación de estas sociedades, una postura que ya se ha puesto en práctica en el País Vasco. Otra de las causas de la retirada de fondos es la poca rentabilidad de estas sociedades. Sólo Keblar tuvo unas ganancias de dos dígitos (13%), mientras que Gramela se revalorizó un 2,9% y Alazán, un 2,05%.