Caixa Galicia y Caixanova negociarán previsiblemente a partir de la semana que viene crear la quinta caja de ahorros de España tras haber alcanzado ayer y tras diez días de contactos un principio de acuerdo sobre la fusión gallega. El pacto se produce justo once años y catorce días después de aprobarse la fusión por absorción de Caixavigo, Caixa Ourense y Caixa de Pontevedra que dio lugar a Caixanova.

El director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso rubricaron ayer el documento que el Banco de España solicitó a sus directivos hace diez días y en el que se comprometen a estudiar la "confluencia" de un "proyecto común". La firma se produjo tras una reunión "intensa y constructiva y en la que el hilo conductor fue el servicio a Galicia", según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la que también participaron representantes del Gobierno gallego, cuyo máximo responsable se encargó de hacer público el entendimiento entre los directivos de las cajas.

El acuerdo todavía debe ser ratificado -antes del 6 de abril- por los consejos de administración de cada una de las entidades, aunque en realidad sólo marca el inicio de una ronda de conversaciones de las que saldrá el reparto de sedes, los nombres que formarán la directiva, las oficinas a cerrar o vender, la configuración de una única cartera empresarial y el acuerdo laboral sobre el número de puestos de trabajo a eliminar-previsiblemente con prejubilaciones o bajas incentivadas-. Caixa Galicia insiste en su voluntad de negociar un acuerdo entre iguales, equilibrado, a pesar de las pretensiones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien ayer insistió en ver el principio de acuerdo como una confirmación a un proyecto que pasa por que Caixanova absorba a Caixa Galicia.

Alberto Núñez Feijóo defendió que el proyecto, del que ya ha sido informado el Banco de España, es "viable y posible" y garantiza la galleguidad y solvencia de la caja resultante de unir Caixa Galicia y Caixanova. Pero obvió los calificativos de "igualitaria, equilibrada y paritaria" que desde diciembre y hasta ayer fueron máximas irrenunciables para la Xunta.

El presidente de la Xunta hizo una declaración institucional pasadas las ocho y veinte de la tarde tras la que apenas admitió preguntas y en la que evitó detallar si existe algún acuerdo sobre la financiación -Caixanova había expresado sus dudas sobre los cálculos realizados por la auditoría encargada por la Xunta a KPMG- o el reparto de poder. Fuentes cercanas al proceso explicaron que los consejos de administración de las cajas designarán a partir de ahora sendas comisiones negociadoras que se sentarán a negociar cada uno de los aspectos pendientes para intentar alcanzar un acuerdo y crear la quinta caja de España.

Feijóo evitó triunfalismos y fue prudente respecto a los resultados de las conversaciones que mantendrán los representantes de las cajas. "Queda mucho que hablar y concretar", reconoció. "Con esta disposición, explicitada por escrito por los máximos responsables de las cajas, abren oficialmente las conversaciones para materializar una fusión que la Xunta y ellas mismas reconocen como posible y que los sindicatos, los empresarios y las fuerzas políticas venimos apoyando explícitamente", subrayó el presidente gallego. "Insisto en que el acuerdo es éste", dijo con una copia del mismo en la mano a preguntas sobre si la unión que se plantea inicialmente es paritaria, como viene defendiendo el Gobierno gallego, o daría un mayor peso a la caja con sede en Vigo.

Feijóo defendió que si la posibilidad de la fusión sigue abierta es "porque la inmensa mayoría social y política está trabajando por ella" y porque "las cajas tienen la voluntad expresada por escrito para conseguirla". "Vamos a empezar una nueva etapa que nos puede llevar a esa fusión ansiada y a tener una gran caja gallega", afirmó.

Feijóo recapituló los episodios del proceso en el que se logró que "se sumase el Banco de España" y, en segundo lugar, "las dos cajas", que "pese a los recelos, reconocieron que la fusión es posible". La Xunta seguirá presente, pues ejercerá la "tutela" que le otorga el Estatuto en materia de cajas.