El borrador del proyecto económico de fusión que el Banco de España recibirá de Caixa Galicia y Caixanova prevé eliminar 1.236 puestos de trabajo, cerrar al menos 300 de las oficinas que ambas entidades comparten en la misma población para ganar eficiencia y ahorrar costes, y solicitar 1.162 millones de euros al fondo de rescate bancario para financiar su integración y crear una caja que dé beneficios desde su primer año de vida. Estos son los números básicos que los consejos de administración de ambas cajas aprobaron ayer, pero no serán los definitivos.

El documento en el que unos 70 directivos distribuidos en 16 mesas de negociación trabajaron durante el último mes será analizado a partir de ahora por el Banco de España y la comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que en una semana -según los cálculos de las propias entidades- dirá si los números de las cajas les cuadran y si los recursos de la reestructuración son suficientes. Caixa Galicia y Caixanova, según este calendario, tendrán otra semana para volver a plantear las cifras y entregar, ya sí, el plan económico de integración definitivo antes de que el día 30 caduque la vigencia del FROB.

Las cajas aseguraron ayer que los 1.236 empleos a eliminar se harán a través de prejubilaciones de trabajadores, tanto de los servicios centrales como de la red de oficinas. Fuentes próximas a la negociación aseguraron que todavía no hay una lista cerrada de qué sucursales cerrarán y cuáles permanecerán tras la integración, aunque las entidades reconocen que desaparecerán cerca de 200 en Galicia y otras 100 en el resto de España. "Habrá poblaciones en las que dos oficinas serán demasiadas y otras en las que no; la idea es quedarse con las mejores, con las más rentables", explicaron fuentes del consejo de Caixa Galicia.

Otro cantar serán las sucursales que las cajas tienen fuera de Galicia y prevén vender con su negocio y plantilla a otras entidades. Esas figurarán en el capítulo de desinversiones que los directivos evitaron concretar ayer, aunque fuentes próximas a la negociación dan por hecho que superarán el centenar y que la mayoría pertenecerán a Caixa Galicia, que es la que tiene una red exterior más grande. Las cajas gallegas han cuadrado un plan de financiación en el que son suficientes las ayudas equivalentes al 2% de los activos ponderados por riesgo de las dos entidades -el máximo permitido por la Comisión Europea-; es decir, 1.162 millones de euros. Advierten sin embargo de que estas cifras no son definitivas; para empezar, porque el 2% de los activos ponderados por riesgo se han calculado sobre los resultados que las cajas presentaron a finales del año pasado y no sobre sus activos actuales. Por eso, porque no son definitivos, las cajas no han precisado -al menos en el comunicado conjunto que enviaron a la prensa- el importe de las desinversiones, en torno a 12.000 millones de euros en participaciones industriales y otros activos, que sin embargo sí prevén que reduzca en 8.000 millones sus activos ponderados por riesgo y les permita aminorar en un 62% la deuda que en los últimos años han contraído con la banca internacional para sufragar su negocio.

Caixa Galicia y Caixanova desaparecerán a finales de septiembre o principios de octubre -fecha prevista para la aprobación definitiva del protocolo de fusión- para dar lugar a una caja nueva, la quinta de España y el décimo grupo financiero de España con un volumen de negocio de 90.000 millones de euros. La entidad logrará beneficios suficientes para devolver los 1.162 millones de euros del FROB, reforzar la solvencia, mantener la cobertura ante posibles impagos por encima del 55% y destinar unos 50 millones de euros a la obra social. Serán años difíciles, según reconocen los directivos, que cifran sin embargo en 500 millones de euros los beneficios de 2015.

La caja resultante pretende ahorrar costes por valor de 330 millones, con lo que tendría más que suficiente para devolver los cerca de 240 millones de euros de intereses que generarán las participaciones preferentes que suscribirá el FROB para materializar su ayuda.

Los directivos de Caixa Galicia y Caixanova cuentan que una vez finalizado el periodo de integración y devueltos los 1.162 millones de ayuda, la caja gallega tendrá un core capital (coeficiente de solvencia básico) superior al 7% -el mínimo debe ser del 4%% y un TIER 1 del 10%, unas ratios que, según fuentes de la negociación, mejoran los cálculos de las entidades que resultarán de otras fusiones actualmente en marcha.

Caixa Galicia tendrá en breve plazo una nueva empresa en su corporación industrial. Y no será porque la vaya a adquirir, sino porque va a canjear por acciones la deuda de 26,57 millones que tiene con ella la Bodega Enate. Ésta es una de las cuatro alternativas de pago que la sociedad, propiedad de la familia Nozaleda, propone a sus acreedores para saldar las deudas, tras declararse insolvente en diciembre de 2009.

Otra de las alternativas que ofrece es la posibilidad de cobrar sus deudas en especie, mediante la entrega de vino elaborado y embotellado en sus viñedos y valorado a los precios que la empresa fija a sus mayoristas.

Caixa Galicia, principal acreedor de la firma al acumular el 48% del total de crédito financiero, ha optado por capitalizar su deuda. Es decir, la canjeará por acciones de la empresa en un plazo de cuatro meses. La caja desconoce el porcentaje de participación que tendrá ya que depende de los acreedores que también canjeen la deuda por acciones.

La tercera prevé una quita del 37% y cobrar el 67% restante en tres plazos anuales sucesivos y sin intereses, aunque el 90% del importe a cobrar se recibiría en la tercera y última anualidad. La cuarta ofrece cobrar el importe que se les adeuda "íntegramente y en metálico", mediante 40 cuotas trimestrales sucesivas.

Bodegas Enate y Aguas de Panticosa son las otras dos empresas de la familia Nozaleda que solicitaron concurso de acreedores después de que se declarase insolvente la inmobiliaria Nozar y Lena. La inmobiliaria y constructora del grupo entró en suspensión de pagos en septiembre de 2009 con un pasivo de unos 700 millones.