Una noticia publicada con mes y medio de retraso. Exactamente, cuarenta y cinco días. Ese es el tiempo que La Voz de Galicia ha tardado en informar a sus lectores de algo que todos los demás medios de comunicación de Galicia, así como los nacionales y los económicos, difundieron en su momento: que Julio Fernández Gayoso, actual presidente de Caixanova, será el primer presidente de la futura caja de ahorros fusionada, y que ocupará tal cargo durante la primera mitad del periodo transitorio, es decir, durante dieciocho meses a partir de que se firme, a finales de año, el protocolo de fusión.

El acuerdo en tal sentido lo adoptaron los máximos responsables de Caixanova y Gaixa Galicia junto con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 11 de mayo, en el histórico encuentro en la residencia de Monte Pio que despejó el camino para que, esa misma tarde, los consejos de administración de ambas entidades aprobaran un preacuerdo de fusión. En ese pacto se establecía, grosso modo, el reparto de sedes y de los principales cargos directivos. A Coruña tendría la sede social y fiscal, mientras que Vigo contaría con la institucional y la de dirección de negocio, es decir, la operativa. El director general sería José Luis Pego y Javier García de Paredes sería el director general adjunto. Respecto a la presidencia, se acordó establecer dos copresidencias durante el periódico transitorio de tres años. El primer presidente sería Julio Fernández Gayoso y el segundo, durante los últimos 18 meses, alguien designado por Caixa Galicia. La figura del presidente es relevante pues tendrá voto de calidad en unos órganos que son paritarios.

Fue el propio presidente de la Xunta quien explicó públicamente los términos del acuerdo, excepto quién sería el primer presidente, ya que Caixa Galicia pidió que no se anunciase en ese momento. Pero el intento fue en vano. Todos los periódicos destacaron en sus ediciones del día siguiente el liderazgo de Caixanova en la nueva etapa, pese a ser la más pequeña de las dos cajas, y coincidieron en destacar precisamente eso, que Gayoso sería el primer presidente. "La fusión arranca con Gayoso al mando", tituló El País; "Las caixas aprueban un preacuerdo con Gayoso como presidente de la nueva entidad", señalaba el Xornal de Galicia. Gayoso estará al frente los primeros 18 meses" destacaba El Correo Gallego. LA OPINIÓN tituló en su primera página: "Gayoso presidirá la fase inicial de la nueva caja, que tendrá la sede social en A Coruña. El único periódico que no mencionó quién sería el primer presidente de la nueva entidad fue La Voz de Galicia, diario que en las semanas previas al acuerdo había centrado sus informaciones en la figura del presidente de Caixanova con titulares como "las exigencias de Gayoso, sin conocimiento del consejo, ponen la fusión ante la ruptura" o "la fusión de cajas encalla al no ceder Gayoso en su posición de máximos.

LA OPINIÓN inició el pasado 19 de mayo un marcador para comprobar cuántos días tardaba La Voz en contar a sus lectores que la primera etapa de la presidencia rotatoria sería para Gayoso. Lo hizo por fin ayer, así que exactamente han sido 45 días. Y con esta frase, recogida en un antetítulo: "Las dos cajas acuerdan que Caixanova ocupe durante 18 meses la primera copresidencia que será para Gayoso".

El diario había ido modificando paulatinamente su postura; de no mencionarlo pasó a contar que no se sabía quienes ocuparían las copresidencias ni cuál sería el turno; después publicó que Gayoso quería ser, cuando tras el acuerdo para la fusión el propio presidente de Caixanova se lo comentó a los trabajadores en su primera reunión tras la firma en Santiago. El pasado lunes fue más lejos y publicó que Caixanova había decidido proponer a Gayoso y solicitar para él la primera presidencia, pero aún tuvieron que pasar unos días más para que informase a sus lectores.

Si Julio Fernández Gayoso dejó claro desde el principio cuáles eran sus aspiraciones, la incógnita en este proceso es el papel del director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez. Poco a poco fue quedando al margen de las negociaciones, cuyo liderazgo asumió Javier García de Paredes, y su silencio resultó especialmente llamativo, hasta el punto de que se consideró a La Voz de Galicia como el portavoz oficioso de la entidad. Méndez justificó su discreción ante un consejo de administración perplejo por cómo se iban desarrollando unas negociaciones en las que la caja pequeña lideraba el proceso, en la necesidad de actuar con prudencia. Una vez se hicieron públicos los términos del acuerdo, tal postura fue cuestionada desde diferentes sectores de la sociedad coruñesa. "Como siempre A Coruña se ha sacrificado por el bien de Galicia", explicó de un modo muy gráfico el entonces presidente de la Cámara de Comercio , José Antonio Quiroga.

En otro momento dado, el director general de Caixa Galicia abrió la puerta a su marcha ante el consejo. "La fusión hay que hacerla como sea, aunque yo me quede fuera", les dijo a los consejeros. Tres días después del alcanzado el acuerdo dijo: "Hasta septiembre hay tiempo para decidir sobre mi futuro en la caja". Ese mes Méndez cumplirá 65 años. El copresidente que le corresponde a Caixa Galicia durante la segunda parte del periodo transitorio puede ser el actual, Mauro Varela, o ser elegido entre los miembros del consejo de administración, al cual Méndez no pertenece por su condición de director general.