El grupo cerámico Sargadelos intenta convencer a algunos de sus trabajadores más antiguos para que acepten un despido con la indemnización mínima prevista por la ley a unos días de que la empresa inicie la negociación con el comité de empresa y los asesores de Comisiones Obreras y UGT para negociar una reducción de plantilla de unos 64 empleados entre Cerámicas de O Castro, en Sada, y la fábrica de Sargadelos, en Cervo (Lugo).

La plantilla de la empresa, que dirige José Luis Vázquez, está a punto de finalizar el segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal negociado con la empresa para hacer frente a la caída de las ventas y las pérdidas que acumula a causa de la crisis. Ahora se enfrenta a una reducción de personal con la que la dirección del grupo de cerámica de diseño pretende remontar definitivamente la crisis y salvar la empresa.

Fuentes de la plantilla aseguraron que la dirección ha llamado de forma individual a al menos seis trabajadores para proponerles un acuerdo de despido con una indemnización de 20 días por año trabajado y una estimación de la pensión que cobrarían una vez agotadas sus prestaciones por desempleo. Una propuesta que, según el portavoz de la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT, Juan Manuel Paseiro, es "legal aunque absolutamente rastrera". "Nosotros no podemos evitar que la empresa llegue a un acuerdo con un trabajador, que acepte un despido que recorta sus derechos porque le intimidan para ahorrarse los costes; lo único que de momento hemos dicho al comité de empresa es que aconseje a todos los empleados que no firmen ese acuerdo. Si la empresa los quiere despedirlos, que les pague 45 días por año", dice Paseiro.

Tanto UGT como Comisiones Obreras reconocen que la dirección de Sargadelos no ha empezado con buen pie la negociación con la que pretendía llegar a un acuerdo para reducir la plantilla en 30 personas en O Castro y otras 34 en Cervo (Lugo). La primera de las reuniones de ese proceso estaba prevista para el pasado viernes, pero la dirección la aplazó sin fecha y alegó que no disponía de toda la documentación necesaria. Esa misma tarde, aseguran trabajadores de la fábrica sadense, los gestores del grupo cerámico empezaron a citar a algunos de sus trabajadores más antiguos a una reunión en la que le expusieron las condiciones de un despido y a quienes entregaron por escrito un cálculo de lo que percibirían una vez agotadas las prestaciones por desempleo. La empresa invitó a los candidatos a esta modalidad de despido a decidirse lo antes posible para presentar el acuerdo ante el Servicio de Medición, Arbitraxe e Mediación Laboral (SMAC) en una semana. "Una de las personas a quienes expusieron este plan llevó los papeles a la Seguridad Social y le dijeron que el cálculo de la pensión que le quedaría estaba mal hecho", explicó un trabajador a este periódico. Los sindicatos no tienen constancia de que ninguno de los trabajadores consultados haya aceptado, aunque otras fuentes apuntan a que hay al menos un caso.

Las propuestas de despido llegan además después de que el consejero delegado del grupo, Segismundo García, convocase el 29 de junio a la plantilla a una asamblea informativa durante la que tal y como el comité relató a Juan Ramón Paseiro, no sólo criticó el papel de los sindicatos sino que advirtió de que perseguiría el absentismo laboral y que los primeros en abandonar la empresa serían los empleados que han encadenado varias bajas por enfermedad. El directivo prometió sin embargo ofrecer una prejubilación a los mayores de 55 años, aunque no concretó las condiciones. "Si esto es lo que pretenden, ya saben que los sindicatos no vamos a aceptar", concluye Paseiro.

El comité de empresa de Sargadelos y la dirección se verán las caras el martes en la que estaba prevista como la primera reunión para pactar un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones que, según los sindicatos, se presenta difícil por las prácticas desleales de la empresa. El grupo cerámico tendrá entonces oportunidad de detallar las condiciones que ofrece para que trabajadores con hasta más de 40 años de antigüedad acepten abandonar la empresa.

Este diario intentó sin éxito localizar ayer al gerente de Sargadelos para que aclarase las ofertas realizadas de modo individual a los trabajadores.

Sargadelos lleva más de dos años en crisis y logró pactar con sus empleados dos ERE de reducción de jornada con el compromiso de no realizar despidos si la situación económica de la empresa mejoraba. El pasado mes de marzo logró un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda y amplió su capital en 600.000 euros. Para UGT, la situación económica no justifica una reducción de plantilla.