A pesar de las prisas que el Ministerio de Industria tenía antes del verano para cerrar cuanto antes un acuerdo con las patronales del sector de las energías renovables sobre el nuevo sistema de primas y aplicar así la tijera al déficit tarifario -la diferencia entre lo que cuesta producir la electricidad y lo que realmente se cobra por el servicio- en línea con la contención del gasto estatal por la crisis, las cosas siguen igual. "Peor", se quejan desde el negocio eólico, uno de los principales perjudicados. Porque "el retraso" que critican los promotores en la puesta en marcha de la normativa con un 35% de recorte hasta enero de 2013 añade "más inseguridad" al negocio. Los promotores gallegos dan un paso más y alertan de los efectos para el concurso que está a punto de repartir 2.235 megavatios (MW) de potencia. ¿Qué rentabilidad tendrán los parques adjudicados? Hoy es una incógnita.

Aunque los operadores eólicos no se sienten responsables del elevado déficit de tarifa -en 2010 rozará los 6.700 millones-, por "responsabilidad y solidaridad" ante la delicada situación económica decidieron aceptar una disminución de las subvenciones que reciben por su contribución a la lucha contra el cambio climático.

"Si llegamos a un acuerdo, no entendemos por qué no se refleja ya en una normativa", sostienen fuentes de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en la que está integrada la patronal gallega EGA. La "intranquilidad" se traslada a todos los proyectos de futuro. Cuanto más tarde en funcionar la revisión del marco retributivo, más se retrasará la negociación de las primas para los parques que se construyan a partir de ahora. Como los que salgan del reparto de la Xunta, o los que tienen en marcha los ejecutivos catalán y aragonés.

"Nos hemos lanzado a ofrecer planes industriales con plazos sin saber el negocio de los parques", comenta un directivo de una de las empresas que optan al concurso gallego. "No me atrevo a decir qué va a pasar, si todos los proyectos saldrán adelante", añade otro. La sensación de "mucha inseguridad" es unánime. "Estamos expectantes", coinciden varios promotores. "Ya cuesta que te financien y esto es un problema más para convencer a las entidades financieras", señala uno de ellos.

La reforma de las primas está, nunca mejor dicho, en el aire. Según publicaba ayer el diario económico Cinco Días, la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del Gobierno ha devuelto al equipo de Miguel Sebastián la propuesta porque, sencillamente, el recorte no es suficiente. Una queja que también lanzó la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en su análisis. El regulador habla de un ahorro de solo 100 millones de euros. El sector eólico insiste en que lo que ellos reciben en primas está "suficientemente" amortizado por el empleo que crean y su aportación al sistema eléctrico y recuerdan que "el problema" está en la tecnología solar porque el viento se lleva solo el 26% de las primas y cubre el 20% de la demanda.

Son dos de los pesos pesados del negocio del viento, y si ya solas se les presupone con fuerzas suficientes, han decidido unir fuerzas en sus respectivas pujas en el macroconcurso eólico de la Xunta. Iberdrola, líder en renovables en España y la gran perdedora del reparto de los 2.325 megavatios que hizo el bipartito, y Gamesa, operadora y fabricante, han llegado a un acuerdo por el que pretenden "colaborar en el desarrollo eólico previsto para Galicia".

La intención de Iberdrola, principal accionista de Gamesa con el 14,8% de su capital, es tirar de los aerogeneradores "de última tecnología" que construya su compañera. "De este modo -señalan-, la inversión de cada megavatio que instale Iberdrola Renovables en Galicia será para apoyar el plan industrial de Gamesa, tanto en lo que se refiere a la posible futura inversión como al mantenimiento de las instalaciones que actualmente existen" en la comunidad. Así será con los 460,5 MW que solicita Iberdrola, con los que se prevé funcionar con aerogeneradores de 4,5 MW. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán alaba el "apoyo fundamental" que Gamesa supone para "el mantenimiento y desarrollo del actual tejido industrial".