Los bancos que no adapten sus tiempos y sus actividades a los de la nueva sociedad post-crisis van a tener muy complicado competir y sobre todo superar la desconfianza que la crisis financiera ha generado entre los consumidores de todo el mundo. Así lo cree al menos el experto en servicios financieros y bancarios, el británico Chris Skinner, quien ayer inauguró el primer Salón Internacional de Tecnología (SITE 2010). Skinner dejó muy claro durante la conferencia Desafíos para los bancos europeos en un entorno de crisis y post-crisis que las relaciones del futuro -y entre ellas las comerciales- estarán marcadas por la inmediatez de internet, de la que se alimentan las redes sociales como Facebook o Twitter.

"Durante la reunión del G-20 de Londres en abril de 2009, seguí las protestas que se estaban produciendo a la puerta del Bank of England en tiempo real, a través de Twitter, que contaba lo que estaba pasando media hora antes que la BBC, que estaba allí", explicó Skinner en referencia a este nuevo concepto del tiempo. Como recordó el experto, las transacciones financieras ya se realizan en nanosegundos, aunque se produzcan entre puntos tan distantes como Londres y Shanghái, pero es igualmente importante para todas las empresas, y por lo tanto, para la banca, adaptarse a esas nuevas formas de comunicación. "Hemos pasado de un mundo en el que las relaciones de gobiernos y grandes compañías con las personas se producían en una sola dirección a estar totalmente interconectados entre nosotros", añadió Chris Skinner, quien alertó de que los usuarios y clientes "van a construir nuevas relaciones", también con las empresas.

Skinner desgranó en su discurso algunos ejemplos que evidencian el poder de las redes sociales, incluso para hacer negocio. Como por ejemplo, Zynga, la empresa creadora de FarmVille, un juego lanzado dentro de Facebook en el que los usuarios tienen que construir una granja y comprar los materiales con los puntos que obtienen de introducir a sus amigos en el juego e interactuar con ellos. Como todos los servicios de los llamados en la nube, FarmVille da la opción de pagar un módico precio -5 dólares al mes- para obtener crédito con el que avanzar en el juego una vez que has agotado tus posibilidades de conseguir bonos de tus amistades.

Chris Skinner recordó ayer que un 10% de los 60 millones de usuarios que jugaron a FarmVille abonaron esos 5 dólares, con lo que el juego se ha convertido en un negocio de beneficios impresionantes, como ya ocurrió con Second Life. Otra muestra es el "microdinero"; la moneda QQ extendida en China desde 2002. La empresa china Tencent la creó para que los 233 millones de usuarios registrados en su sistema de mensajería instantánea -el Messenger chino- hicieran compras pequeñas en el mundo virtual. Causó furor entre los adolescentes del gigante asiático, para comprar tonos para móviles o regalos virtuales y tres años después, según el Gobierno chino, movía 500 millones de dólares en la Red.

Recuperar la confianza

A juicio de Skinner, los bancos también deben estar atentos a fenómenos como el ocurrido en Estados Unidos, donde una empresa que buscaba financiación por 350 millones de dólares, los consiguió a través de Linkedin en 10 días.

Y es que el mayor reto al que se enfrentan los bancos es vencer la desconfianza que generó la venta de productos "que ni siquiera ellos sabían cómo funcionaban" y el haber desencadenado una crisis financiera mundial después de haber actuado "como el casino". "Los bancos no asumieron riesgos estúpidos de forma consciente por avaricia, sólo para ganar dinero, los modelos convencionales de valoración del riesgo no funcionaron", proclamó Chris Skinner, para quien la regulación que existirá a partir de ahora parte de que siempre va a haber un sistema en crisis. "Necesitamos una brújula moral", añadió el conferenciante, para quien las pruebas de estrés a la banca no van a ayudar a recuperar la confianza. "La confianza no se puede recuperar sin la colaboración de los clientes", añadió Skinner, quien considera necesario un nuevo marco regulatorio, un nuevo código de conducta bancario y una redefinición de la relación con el cliente. El consumidor -dice el creador del blog www.thefinanser.com- asiste con pánico a la guerra de divisas, a la caída de los bancos y esto "lleva a la gente a guardar el dinero en un lugar seguro, seguramente en su propia casa". "Las nuevas generaciones creen que deber haber una revolución", advierte Skinner, y buena parte de ello pasa por esas nuevas relaciones del mundo moderno.

Pero ¿qué pasa con la privacidad?, como le preguntó el director adjunto de sistemas de Caixa Galicia, José Manuel Valiño. "Para los más jóvenes la privacidad no es importante y las corporaciones van a pensar de esta manera", pronosticó Skinner.