Ninguno tendrá esa oportunidad pero si asistiesen al discurso económico que José Luis Rodríguez Zapatero dará mañana, le aconsejarían que continúe con las reformas, lo haga de un modo valiente y, sobre todo, de una vez y para siempre. "Es mejor ponerse rojo una vez que 50 colorado. El Reino Unido lo ha hecho con medidas muy impopulares", asegura el catedrático de Estructura Económica, y director del departamento de Economía Aplicada de la Universidade da Coruña, Julio Sequeiros Tizón.

Empresarios y economistas coruñeses no sólo reconocen la necesidad de reformar el sistema de pensiones -con el retraso de la edad de jubilación- sino de continuar con el compromiso en la reducción del déficit para generar confianza en los mercados. Existe sin embargo división de opiniones sobre si es o no posible un rescate de España.

El presidente de Bricoking, Juan José Jaén, está tan convencido de la necesidad de nuevas medidas que invita al Gobierno a que abandone La Moncloa si no está dispuesto a hacerlas. "El Gobierno tiene que ser valiente y si no, es mejor que dé paso a otro capaz de acometer las reformas. Lo mejor para todos sería un Gobierno de coalición entre los dos grandes partidos que sólo tuviese en mente salvar a España de la crisis", sostiene Jaén, quien reclama a la política española "un poco de sentido común". Joaquín González Iglesias, director general de Vegalsa-Eroski, coincide con su compañero en la necesidad de "medidas drásticas de ajuste", como las ya adoptadas; aplaude la reforma laboral y las rebajas de impuestos a las pymes.

"Corregir el déficit público y los problemas estructurales de nuestra economía permitirá generar confianza y situarnos en la senda del crecimiento", asegura, y advierte de que otros países europeos ya están creciendo "a buen ritmo". Para González la crisis debería aprovecharse como una oportunidad más allá de un simple cambio del ciclo. "Las instituciones deben realizar una apuesta fuerte por la educación, el conocimiento; apoyar la innovación de las empresas y su salida a los mercados exteriores", propone, y hace un planteamiento novedoso en el discurso de la patronal -empeñada en trabajar más- para garantizar el empleo: "Reducir horarios para mantener plantillas porque eso nos ayudará a crecer más tarde, como en Alemania, evitando que se destruya el tejido empresarial pyme, la base de la economía española".

Ajuste insuficiente

Julio Sequeiros no ve medias tintas. Hay, dice, "suficientes datos sobre la mesa" para asegurar que el ajuste realizado hasta ahora es del todo insuficiente. "El precio de la deuda aumenta de forma sorprendente, España necesita endeudarse para seguir adelante y cada vez pagamos un precio más alto". El catedrático de Estructura Económica pone voz a los mercados, que, según él, exigen tres cosas: "Un recorte del gasto público en pensiones, en subsidios de desempleo, funcionarios... que garantice que España puede pagar lo que debe; una reforma de la negociación colectiva que busque primar una relación más directa entre empleados y empresas y un saneamiento de la banca".

Para el director de Análisis Económico del Banco Pastor, Carlos Sánchez-Tembleque Ponte, las medidas "duras y contundentes" que ha tomado el Gobierno deberían dar resultados, sobre todo las aprobadas en diciembre; reformas básicas "para aumentar nuestra competitividad que van en la buena dirección, como privatizaciones de empresas públicas, reducciones de gasto, rebajas fiscales...". Pero tanto o más que recuperar la confianza, importa estimular "la demanda y el consumo". ¿Son suficientes los recortes aplicados por el Gobierno? El analista del Banco Pastor cree necesario ir más allá "si pensamos en el largo plazo".

"El Gobierno ha estado lento y ha sido incapaz de liderar en estos momentos trascendentales. Finalmente, ha tomado algunas medidas duras en la línea acertada, pero que no forman parte de un plan coherente, parecen fruto de la improvisación. El resultado es un déficit de credibilidad, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, que no ayuda a la recuperación económica", expone el presidente de Arteixo Telecom, Rafael Valcarce, quien, como alguno de sus colegas, reclama unidad política contra la crisis: "Ahora más que nunca, hace falta dejar a un lado los intereses particulares. Los políticos deben pensar menos en los resultados electorales y más en trabajar por los ciudadanos que les han votado".

Economistas y empresarios parecen demostrar que el diagnóstico de Sánchez-Tembleque es correcto, cuando asegura que la sociedad "asume que las medidas que se están adoptando, y otras que sea necesario adoptar son imprescindibles".

Pero ¿enfrenta España un riesgo real de ser rescatada por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)? "Creo que en 2011 si no se hacen las tres grandes reformas -y eso incluye por narices la negociación colectiva- es probable que España sea intervenida", asegura Julio Sequeiros. Para el catedrático en Estructura Económica, España no se puede permitir abonar un interés superior al 6% en las subastas de bonos del Tesoro a 10 años. "Si pasa ese semáforo en rojo, todo el dinero que se ahorró con el recorte salarial de los funcionarios hasta ahora será insuficiente para pagar los intereses por la deuda", dice el profesor.

Y las consecuencias de una quiebra de España serían tan duras para el país que mejor será "hacer los deberes". "Quien acude al FMI es gente a la que nadie le presta dinero y tiene que hacer lo que el fondo le dice, y si hay rescate de España, que la gente se vaya olvidando de los actuales precios que se pagan por las matrículas universitarias, que empiece a pensar en despidos masivos de funcionarios... Todo lo que se ha impuesto a Grecia y a Irlanda y calentito nos lo van a hacer a nosotros", dice.

Los empresarios sin embargo prefieren confiar en la fortaleza de España para descartar un rescate. "Quitando los datos del paro, los números macroeconómicos no son tan desastrosos. Hace falta dar confianza y acabar con la incertidumbre", defiende Juan José Jaén.

"Estoy convencido de la fortaleza de la economía española y que el peso de deuda pública en el PIB nos da un buen margen de recorrido", opina el director general de Vegalsa-Eroski, quien exige al Banco Central Europeo que combata los ataques especulativos sobre la deuda soberana. González también reconoce que el nivel de endeudamiento privado en España es preocupante y eso, dice, "nos hace más vulnerables", aunque los "bienes raíces" de las familias españolas también funcionan como una garantía.

El director de Análisis Económico del Banco Pastor, Carlos Sánchez-Tembleque Ponte tampoco cree que España sea finalmente rescatada. "Vemos muy remoto que esto pudiese suceder. España tiene una economía sólida y cada vez más competitiva por lo que plantear esta cuestión no tiene demasiado fundamento más allá del de crear cierta polémica", comenta el experto. "A día de hoy no se puede decir que el riesgo de quiebra de España sea más que una mera especulación", insiste Rafael Valcarce, quien sin embargo recuerda que los empresarios ven el futuro negro. "Esto no repunta por encima del 4% hasta 2014", pronostica el presidente de Arteixo Telecom, quien para lanzar un mensaje en positivo: "La España de hoy no es la misma de hace quince años. Hoy hay un tejido empresarial más fuerte. Somos punteros en banca, textil, automoción, pesca... Hay más paro, pero también más gente que trabaja", recuerda.