De la misma manera que la intención del Gobierno central pasa por un cierre apurado de la reestructuración de las cajas, las medidas que ultima para conseguirlo no se harán esperar. Cuestión de días. Porque en Moncloa ya hablan abiertamente de su "plan de aceleración" para completar la transformación del sector "con el objetivo de reforzar su solvencia y su credibilidad". El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba confirmaba ayer tras el Consejo de Ministros que el futuro de las entidades de ahorro se ha convertido en la prioridad del Ejecutivo para aliviar la tensión de los mercados y, por lo tanto, abrir la senda de la recuperación. No hay más detalles de momento, ni calendario. Por lo menos oficialmente, porque en el sector se da por hecho que las iniciativas están ya marcadas y van en la línea de la presentación que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) mostró recientemente a inversores, como ayer publicaba este periódico, con una apuesta clara y rotunda por la entrada de capital privado en las cajas y hasta la participación pública en el capital temporalmente. Pero, ¿habrá una nueva ley para forzar al reticente sector a dar el paso? "Si hay que hacer normas, las habrá", advierte Rubalcaba.

"Para mejorar la solvencia, lógicamente hace falta incrementar el capital, y para mejorar la credibilidad no hay nada mejor que un plus de transparencia", añade el vicepresidente. La claridad de las cuentas para solventar dudas entre los que tienen prestar dinero al Estado y a las propias entidades vendrá con la información que posiblemente a finales de mes mostrará el Banco de España con la exposición al ladrillo del sistema financiero y cómo sus activos, sobre todo los inmobiliarios, se deterioraron por el impacto de la recesión.

No es ningún secreto tampoco que tanto el Ministerio de Economía como el supervisor quieren que esa inyección de capital para dar al sector más músculo venga de los mercados y no de las arcas del Gobierno. Es uno de los objetivos establecidos por el FROB, el gestor de los 11.600 millones en préstamos adjudicados hasta ahora a las entidades para su reordenación, bajo la tutela del gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Su equipo insistió en varias ocasiones la urgencia de que las cajas avancen en su nuevo modelo. Al igual que el departamento que dirige Elena Salgado, convencido de que "gran parte" de la recapitalización debe llegar de inversores privados. Aún así, el FROB abre la puerta a nuevas dosis limitadas de recursos públicos para completar la aportación de socios -de ahí la emisión de deuda que los analistas esperan de forma inminente para dotarlo de recursos- o que el mismo fondo se convierta en accionista "provisional".

Si es así finalmente, si habrá una vuelta de tuerca al FROB, Rubalcaba no lo dice. "En este momento estamos más con el contenido, en solvencia y credibilidad, que en como alcanzamos luego ese contenido, en los instrumentos jurídicos", explica. Y esas medidas se conocerán "lo más rápidamente posible".

"Eso no quiere decir que no tengamos solvencia y credibilidad. En absoluto -continúa-. Se trata de tener más, de salir al paso de las dudas que existen y no podemos negar". El vicepresidente recuerda que hace "algunos meses" todo el sistema pasó por las pruebas de resistencia de la Unión Europea "con brillantez", pese a los cinco suspensos, precisamente de varias de las integraciones de cajas que se pusieron en marcha. "Es cierto también que algunas circunstancias de esos estrés test han cambiado", añade. Las "diferentes posibilidades" que saldrán del plan de aceleración las concretará el Banco de España, "quien es competente en esta materia".

La enésima prueba de que el camino discurre por la privatización del sector viene con la posibilidad de que las cajas salgan a bolsa. Una opción que solo podrían usar si traspasan su negocio a un banco. Al vicepresidente le preguntaron cuántas lo harán. No esquivó la cuestión, aunque excusó su imposibilidad para dar el dato. "Es evidente que el Banco de España tiene una radiografía del sistema financiero y por tanto tiene planes que lógicamente no dependen solo de él", afirma.

Aunque Pérez Rubalcaba mantiene que el plan todavía no está concretado, fuentes del sector defendían ayer que apenas queda nada por cerrar. Incluso que existen entidades financieras europeas muy pendientes de lo que está ocurriendo para entrar en el capital de las cajas tras reunirse con miembros del Gobierno.

El vicepresidente eludió confirmar si el agujero que acumulan las cajas por la depreciación de los activos, sobre todo los relacionados con la promoción inmobiliaria, alcanza los 26.000 millones. El Mundo dio ayer esa cifra, apelando a fuentes del Banco de España. El dato que podría desvelarse próximamente. Lo que sí aseguró ayer Rubalcaba es que la patronal de cajas trabaja con el Gobierno en las medidas para la recapitalización de las entidades -Merrill Lynch asegura que necesitan cerca de 43.000 millones-. Nadie lo confirma.