A Coruña vivió ayer una jornada de aparente normalidad durante la huelga general que convocó la Central Intersindical Galega (CIG) contra la reforma de las pensiones, que negociaron los sindicatos CCOO y UGT y el Gobierno central en Madrid y que acabó con un acuerdo alcanzado in extremis en la madrugada de ayer. El seguimiento del paro fue irregular en los diferentes sectores de la ciudad, lo mismo que en toda la comunidad. Lo que sí logró el sindicato gallego fue movilizar a una gran masa social en las calles de las principales ciudades gallegas.

La manifestación que recorrió el centro de A Coruña al mediodía contó con una participación similar a la que convocó el sindicato en la pasada huelga general del 29 de septiembre contra la reforma laboral -10.000 personas según cifras de la CIG, y 5.000 según la Policía Local-, lo que debe calificarse de "éxito rotundo" según Paulo Carril, secretario comarcal de la CIG en A Coruña.

"Tenemos que estar satisfechos por el seguimiento que tiene la huelga general contra el entreguismo y la actitud de fraude de CCOO y UGT, porque la clase trabajadora gallega seguirá dando su respuesta en la calle ante el ataque del Gobierno al sistema de pensiones, al que se sumaron los sindicatos", declaró Paulo Carril al inicio de la movilización coruñesa, que comenzó a las 12.20 horas en la plaza de Vigo y finalizó una hora después ante la Subdelegación del Gobierno.

Los numerosos seguidores de la marcha -a su llegada al Teatro Colón la cola todavía no había alcanzado el edificio del Banco Pastor- portaron pancartas en defensa de los puestos de trabajo de varias empresas coruñesas, como Emesa o Sogama, o en defensa de una sanidad pública digna. Los estudiantes, por su parte, protestaron contra la alta tasa de desempleo y las reformas del Gobierno, porque no quieren ser "parados en el futuro". El portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, el portavoz parlamentario Carlos Aymerich o el candidato a la Alcaldía de A Coruña Xosé Manuel Carril fueros algunos de los representantes del Bloque, único partido político que secundó la jornada de paro en la comunidad, que participaron en la marcha bajo el lema Van a por ti. Defende os teus dereitos. Non a reforma das pensións.

Con menos entusiasmo que en la huelga del 29 de septiembre, y eso que la lluvia dio una tregua en la jornada de ayer, los manifestantes corearon consignas contra el Gobierno y el Partido Popular, así como contra los sindicatos mayoritarios en España. "Contra o Goberno, contra o capital, folga xeral"; "UGT, Comisións, sindicatos dos patróns"; "Non, non, non, a reforma das pensións"; "Nin pacto social, nin reforma laboral, esta crise que a pague o capital", fueron alguno de los lemas.

En el discurso que cerró la concentración coruñesa, Paulo Carril volvió a arremeter contra CCOO y UGT por acudir a las empresas para "desmovilizar a la clase trabajadora gallega"; acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de resolver los ERE de las empresas mientras ignora a los sectores económicos que pueden ayudar a salir de la crisis, como el pesquero; y defendió el actual sistema de la Seguridad Social, "viable, justo y solidario entre generaciones", porque, en su opinión, la reforma del Gobierno solo beneficia al sistema financiero y a los planes de pensiones privados.

En las primeras horas de la huelga, las que marcan el devenir de la jornada, los piquetes de la CIG lograron paralizar la actividad del puerto exterior de punta Langosteira, al no entrar a trabajar ni el turno de noche ni el de la mañana. El puerto comercial, sin embargo, funcionó con "total normalidad", según la Autoridad Portuaria, y el sindicato asegura que no impidió salir a faenar a los barcos por la "agónica situación del sector". La actividad en la Estación de Autobuses fue escasa o prácticamente nula en toda la mañana. La CIG destacó que el seguimiento de la huelga fue "importante" en Zara Logística, mientras que los piquetes tuvieron más éxito en el polígono de Sabón que en A Grela o Pocomaco, donde la normalidad fue la tónica predominante en la jornada de ayer y solo se produjeron incidente a primera hora de la mañana con la quema de contenedores o neumáticos en las vías de acceso.

Largas colas para coger el bus

El paro no tuvo apenas seguimiento en el pequeño comercio -solo cerraron sus puertas en algunas zonas de la ciudad unos minutos al paso de los manifestantes- y las grandes áreas comerciales de A Coruña solo retrasaron, brevemente, su horario de apertura: El Corte Inglés abrió 20 minutos más tarde de lo habitual y la seguridad de Cuatro Caminos bajó la verja durante unos minutos ante la protesta de los sindicalista, concentrados allí desde las 09.30 horas, pero las tiendas del centro comercial abrieron con normalidad. Donde sí se notó el caos que supone una huelga general fue en el transporte urbano. La compañía de tranvías indicó que el paro tuvo un seguimiento cercano al 40%, pero desde la CIG aseguran que solo funcionaron los servicios mínimos que fijó el Ayuntamiento, un 25%, que garantizaba, al menos, un autobús por línea durante todo el día. Esta situación provocó largas colas de espera en toda la ciudad.

Las cifras de seguimiento de la jornada de paro que maneja la CIG en Educación, Sanidad y Administración Pública en el conjunto de Galicia, así como en A Coruña, se contradicen notablemente con las que aporta la Xunta. El Ejecutivo gallego cifra el seguimiento en la Administración autonómica en un 4,16%, mientras que el sindicato asegura que alcanzó el 50%, y que fue incluso mayor en la Administración local. En lo que respecta a la Administración General del Estado, el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, fijó el seguimiento en un 2,9%.

Tampoco fue elevada la participación en el sector de la Sanidad, donde la Xunta indica que hubo un seguimiento del 3,3% y la CIG lo eleva al 14%. La junta de personal del Complexo Hospitalario Universitario da Coruña confirmó una participación en la huelga cercana al 40%, aunque los servicios esenciales contaron con unos servicios mínimos del 100%. En el ámbito de la Educación los datos difieren entre el 2,64% de la Xunta y el paro "mayoritario" que la central atribuye a la Secundaria.

Presencia policial

La jornada de huelga en Galicia discurrió sin incidentes graves que destacar, pero la CIG denunció un "despliegue policial totalmente abusivo", que impidió que los piquetes tuvieran éxito en los principales polígonos industriales de la comunidad, así como en las grandes áreas comerciales. En Vigo, donde se celebró la manifestación central -con 10.000 personas según la Policía y 50.000 según el sindicato- y la huelga tuvo , según la CIG, un seguimiento "masivo" en el sector naval y el industrial, la Policía Nacional detuvo a ocho personas por actos vandálicos. En Ourense, las protestas acabaron con cuatro imputados por arrojar tornillos a la carretera.