El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, no cree que sea una "buena solución" que al término de la vigencia de un convenio colectivo no haya continuidad en las condiciones pactadas; que se elimine la denominada ultra actividad de los convenios.

Esta cuestión, junto a la revalorización salarial de acuerdo con el Índice de Precios de Consumo (IPC) forman parte de los asuntos que están tratando los sindicatos y la patronal en un ámbito bipartito de negociación, en el que no interviene el Gobierno. El Ejecutivo sin embargo tomará una decisión al respecto en marzo como fecha límite, tal y como se establece en la reforma laboral. Gómez defiende que al término de la vigencia de un convenio haya un plazo "de años", para negociar y que una vez concluido exista por ley un proceso de arbitraje.