El astro rey da mucho juego. En lo que a producción de energía eléctrica se refiere, ya conocemos los avatares de las plantas fotovoltaicas, una tecnología todavía no del todo desarrollada, que ha provocado mucha polémica por la mala regulación gubernamental y el abuso de algunos productores. Pero no es la única forma de producción eléctrica utilizando el sol. Hay otra tecnología más desarrollada que, en parte, utiliza mecanismos muy conocidos, al fin y al cabo se trata de mover una turbina que se conecta a un alternador. Es la termosolar, basada en la utilización del calor que produce el sol, concentrándolo en un punto mediante la utilización de espejos. Viene a ser como encender una hoguera con un cristal, un mecanismo tan simple muy conocido y que es origen de algunos incendios precisamente por su simpleza.

La industria termosolar aceptaba el pacto ofrecido en agosto por el Ministerio de Industria para desarrollar, aunque de forma más moderada, el sector. Un plan que, tal y como se concretó en el RD 1614/2010, se resigna a que el Ejecutivo limite el número de nuevas instalaciones e imponga restricciones en la obtención de las primas y horas con derecho a prima -como con la eólica-: en su primer año de funcionamiento, las plantas no cobrarán la prima (percibirán la tarifa normal, más baja), aunque sí la tendrán el resto de su vida útil (unos 30 años) y la entrada en funcionamiento de las plantas se retrasará algunos meses.

Sebastián cuenta con ahorrar 1.100 millones de euros en tres años con los recortes en horas primadas a la eólica y la termosolar y la demora de las instalaciones termoeléctricas, pero ni la limitación a 50 MW de los parques eólicos y termosolares con derecho a cobrar prima ni el recorte del 35% (sólo hasta el 31 de diciembre de 2012) de los parques eólicos acogidos al RD 661/2007 (el 16% de la potencia instalada) ni la prohibición a las plantas termoeléctricas de cobrar prima en el primer año de funcionamiento (venderán a tarifa regulada) ni el retraso de la entrada en operación de las plantas termosolares respecto a la fecha prevista en el prerregistro del Real Decreto Ley 6/2009 permitirán ahorrar ni más ni menos que 1.100 millones de euros hasta 2013.

Eso deja sobre la mesa aún más de 3.000 millones en tres años entre las dos. En los primeros 11 meses del año recibieron 165 millones en primas -apenas están empezando a funcionar- y si en 2013 recuperara sus promesas podrían superar los 700 millones, en progresión creciente hasta 2020. Si antes del Real Decreto ley de 23 de diciembre el ministro preveía que en 2011 los incentivos a las renovables en conjunto y la cogeneración subirían hasta los 6.759 millones de euros, muy ligeramente por debajo de la partida prevista para 2010 por la CNE (un 0,4%, apenas 28 millones menos), pero con 871 de sobrecoste sobre su pronóstico inicial, de 5.888 millones, ahora cuenta con más de 3.000 millones de euros de ahorro en el Régimen Especial en tres años. Además, esa regulación del 4 de diciembre sólo refleja las condiciones hasta 2012 para termosolares y eólicas, que -según la negociación con Industria- deberían recuperar las primas y tarifas actuales del Real Decreto 661/2007 a partir de 2013 para las instalaciones en operación y para las incluidas en el prerregistro de asignación de ayudas. Industria se ha comprometido a rehabilitarles las primas desde ese momento.

Ni el ex Secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, ni su sucesor en el sillón eléctrico de Sebastián, Fabricio Hernández, encienden ninguna luz larga a las empresas y los inversores en termoeléctrica. Sólo las burbujas de sus expectativas. Y ésas, no las han rebajado en el Ministerio. Todo lo contrario: apuestan por pasar de las 14 plantas en operación y una treintena inscritas en el registro de preasignación, a 60 plantas termosolares conectadas a la red en 2013, el 3% de la demanda eléctrica. Otra cosa serán los procedimientos, las inversiones, los apellidos, los plazos y, sobre todo, el modelo de su retribución.

Lo saben en FCC. Fomento de Construcciones y Contratas acaba de rechazar -hace menos de una semana- el suelo municipal Ayuntamiento de Palma del Río para la ampliación de la planta termosolar que está construyendo en la finca Guzmán, con una inversión de 260 millones, y se tomará más tiempo para considerar el futuro de la ampliación de lo que el ayuntamiento considera la cuarta planta termosolar del municipio. Sería la segunda que levantaría FCC y se sumaría a las dos que está construyendo Acciona Energía en la finca La Saetilla. No se descarta seguir adelante con la planta termosolar, es sólo un aplazamiento sine die, pero tras el que la empresa respira por las heridas de la regulación: considera en declaraciones a El Día, que el decreto aprobado por el Consejo de Ministros "hacía peligrar la inversión global del proyecto".

Las aguas han vuelto a su cauce, pero no bajan tranquilas aún. No ad futurem. El problema -la expectativa de un boom de proyectos en tres años, el exceso de proyectos sin registro, y la concentración del 85% en tres Comunidades Autónomas- sigue sobre la mesa: ya en los últimos cuatro años el sector absorbió inversiones por 6.000 millones. Las empresas promotoras de parques eólicos y termosolares necesitan estar incluidas en el prerregistro, es el aval que les permite acudir a bancos y cajas de ahorro para pedir financiación; cobrar las primas a la energía renovable y hacer frente a los préstamos concedidos. Ahora no sólo no se sabe todavía qué expectativas puede tener el que no haya entrado en el cupo a 2013 (una incógnita ya abierta desde antes de la reforma del Régimen Especial), sino que sólo la palabra del ministro les permite cerrar la puerta a la retroactividad impropia (como ha sucedido en la fotovoltaica en el Real Decreto Ley 14/2010) y confiar en que tendrán sitio un año tarde y que podrán regresar al cobro de horas y primas de niveles de 2010 desde 2014.

Sebastián consuma el fin de la "fiesta solar" española que llevó, bajo los incentivos del Ejecutivo, después de tres regulaciones en tres años a que se instalasen 2.500 MW entre 2007 y 2008, en vez de 500 MW y promovió que, antes del recorte en un 30% a las primas de 2008, se incrementaran las conectadas al sistema hasta en un 300%. La fotovoltaica se llevará hasta 2013 las facturas más vistosas de la luz: de los 4.600 millones "de ahorro" decretados por Industria en tres años, casi la mitad, 2.220 millones, corresponden a la solar fotovoltaica, 891 millones se refieren al acuerdo ya alcanzado con la termosolar, 670 millones a los planes de ahorro y eficiencia, 588 millones a los peajes a la generación, 232 millones al acuerdo de la eólica y 150 millones a la ampliación a 2013 del bono social.

Lo justo para pasar del boom al bluff, después de un año en el que España ha caído como destino de inversión renovable del segundo al octavo lugar y perdió su liderazgo solar. Doce meses en los que el sector vivió una pérdida de valor del mercado español de un 98,5% en menos de un año y medio y a las empresas españolas a destinar un 75% de su producción en 2009 a mercados exteriores. España se bebió sus glorias en apenas un año, en el que instaló el 45% del total mundial. Después vino el repliegue. Ahora, la incertidumbre ante el recorte de un 45% de las primas para los huertos futuros y un 30% de los ya operativos.

Las patronales solares -fotovoltaicas y termosolares por igual- intentan limpiarse las manchas del déficit de tarifa, achacan a la cogeneración más de 1.100 millones de los 6.000 que se atribuyen a las primas del Régimen Especial; buscan hacer valer unas tecnologías que, según sus datos, ahorran al sistema unos 2.000 millones de euros (500 de ellos la solar) al abaratar el precio del pool eléctrico hasta un 15% y contabilizar efectos positivos como su contribución medioambiental y a la dependencia energética. Pero además las termosolares, en particular, buscan marcar las distancias con cualquier similitud con el modelo fotovoltaico y su progreso en España. La patronal Protermosolar defiende además que no hay posibilidad alguna de una burbuja en la termosolar, con una potencia instalada por debajo del Plan de Energías Renovables (PER) 2010, y a un ritmo de crecimiento previsto de unos 500 Megavatios al año (MW/año), en el mejor de los casos.

En España hay 14 plantas operativas, 16 en construcción o pruebas y 30 en proyecto, (inscritas en el registro de Industria, que les da derecho a primas), que suman 2.300 megavatios. Apenas un aperitivo de los planes de Moncloa en su Plan de Acción Nacional de Energías Renovables de España (Paner) enviado a Bruselas, que descuentan que en 2013 habrá 2.500 MW operativos, y en 2020 haya 5.100 MW termosolares y hasta 60 plantas conectadas a la red antes de cinco años. Al ritmo actual, en los siguientes seis años habrá que crear otros 2.500 MW. Si hasta ahora las empresas españolas han invertido unos 2.500 millones de euros en plantas de energía termosolar, en 2013 el desembolso ascenderá a 15.000 millones. Un horizonte que le sabe a poco a la patronal (que calcula que en España se podrían instalar 20.000 MW hasta 2020 con una generación estrictamente solar de 60 TWh que, si sustituyen a plantas de carbón evitarían la emisión de 60 Mt de CO2), pero que ha encendido las luces rojas de la confianza para las empresas y los inversores.

A diferencia de las plantas eólicas o la fotovoltaica, que dejan de entregar electricidad cuando cesa el viento o hay nubes, las termosolares acumulan el calor, lo que hace gestionable su energía. El 62% de la producida por las nuevas plantas previstas tendrá sistemas de almacenamiento (una media de siete horas), un punto a su favor a los ojos de Red Eléctrica, que sin embargo sigue mirando al futurible acelerón termosolar con distancia, como una energía aún inmadura y de aportación escasa, que tendrán que digerir las redes y la gestionabilidad el operador a medida que se cumplan -si lo hacen- los planes del Ministerio de Industria. Para la construcción de cada central termosolar de 50 MW hacen falta el equivalente a 5.000 empleos directos de un año de duración, contabilizando todas sus fases de los que el 80% es valor añadido desde España. Y para su operación, se requieren 50 puestos de trabajo permanentes.