La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sopesan forzar el rescate de Portugal y dar una línea de crédito preventiva a España como parte del plan que se aprobará a finales de marzo para tratar de poner fin a la crisis de deuda que afecta a la eurozona, según publica este lunes el periódico británico 'Financial Times'.

El FMI es el principal partidario de incluir el rescate de Portugal y la ayuda a España en este paquete. Sin embargo, estas medidas cuentan con el rechazo de la Comisión Europea y de una parte del Gobierno alemán, que consideran que Madrid ha tomado medidas "agresivas" para resolver los problemas en el sector de las cajas de ahorro y que la estabilidad del sector bancario portugués y su bajo nivel de deuda hacen innecesario el rescate, según el FT. También el Gobierno de Lisboa rechaza de plano que se le rescate.

En todo caso, el periódico asegura que se está fraguando un consenso para someter a Portugal y a España a una "vigilancia reforzada", que incluiría misiones de la Comisión a ambos países para controlar más de cerca la puesta en marcha de las reformas.

Además de un mayor control sobre España y Portugal, el plan que negocian los líderes europeos para recuperar la confianza en la eurozona incluye reforzar la capacidad de financiación del fondo de rescate de 750.000 millones de euros que se creó en mayo. En la actualidad, el tramo intergubernamental del fondo (440.000 millones de euros) sólo puede prestar 250.000 millones de euros ya que necesita mantener reservas suficientes para no perder la máxima nota crediticia.

Alemania defiende que los países con nota 'triple A' incrementen sus garantías para este fondo y que el resto de Estados miembros de la eurozona aporte fondos. También se negocia que el fondo pueda usarse para comprar bonos, dar líneas de crédito preventivas o dar financiación a Grecia e Irlanda para que compren sus propios bonos.

Como contrapartida al aumento y flexibilización del fondo, Berlín exige que todos los países de la eurozona adopten nuevas medidas de ajuste, como el retraso de la edad de jubilación, la eliminación de las cláusulas automáticas de revisión salarial y en las pensiones, el aumento de impuestos como el de sociedades y la inclusión por ley en todos los Estados miembros de límites para el déficit.

El plan incluirá también una prórroga del plazo que tendrán Grecia e Irlanda para devolver sus respectivos rescates (110.000 y 85.000, respectivamente), así como una rebaja del tipo de interés (5,2% y 5,8%).