Por primera vez la operadora pública de trenes Renfe ha conseguido un resultado positivo en sus servicios de pasajeros de carácter comercial. La clave de este hito se encuentra en el hecho de que todas las líneas del AVE están en beneficio y compensan las relaciones de trenes de larga distancia convencionales, que mantienen los números rojos. La contención de gastos es otra clave en un año en el que el número de pasajeros alcanzó los 22,2 millones. La entrada del AVE en beneficios no impidió que las cuentas globales de Renfe cerraran en 'números rojos'. La operadora concluyó el ejercicio con una pérdida de 155,72 millones de euros.

Renfe ganó dinero por vez primera en 2010 con su división de AVE-Larga Distancia, que generó un beneficio de explotación de 2,52 millones de euros, frente a los 'números rojos' de 24,84 millones que reportó un año antes. Los resultados de esta división, con la que compite con otros modos de transporte, fundamentalmente el avión, y en la que fija libremente el precio de los billetes, no lograron sin embargo compensar la cuenta de resultados global de la operadora ferroviaria pública.

Renfe concluyó 2010 con una pérdida de 155,72 millones de euros, déficit que no obstante supone reducir en un 27,4% el contabilizado en 2009, según informó el presidente de la operadora ferroviaria, Teófilo Serrano, quien explicó que la división AVE de Renfe conquista el 'break even' justo en el ejercicio en el que, por imperativo europeo, estos servicios ferroviarios denominados comerciales dejaron de percibir subvención pública alguna y deben comenzar a autofinanciarse.

En rueda de prensa, Serrano atribuyó estas primeras ganancias de su principal división de transporte de viajeros al "esfuerzo de contención" de costes realizado, así como al "tirón del AVE" y a la "competitiva" política de precios, que permitieron un ligero aumento de ingresos en un año "difícil" para la demanda de viajeros.

En concreto, Renfe AVE-Larga Distancia facturó 1.108,70 millones de euros en 2010, un 0,7% más que un año antes, y logró recortar en un 2,5% sus gastos operativos (941 millones de euros). En este capítulo destaca el canon que Renfe paga a Adif por el uso de las líneas de tren y el resto de infraestructuras ferroviarias, que supone casi un tercio (el 30%) de los ingresos de la división, unos 240 millones de euros.

Más de 22 millones de viajeros

Esta rama de negocio Renfe transportó unos 22,20 millones de viajeros, de los que alrededor de 14 millones corresponden a servicios AVE y el resto a otros tipos de trenes que componen esta división, y que en muchos casos realizan por vías de Alta Velocidad parte de su recorrido (Alvia, Alaris, Arco, Euromed, Altaria y Trenhotel).

Los trenes AVE son, según asegura la empresa, los que más contribuyeron a la consecución del primer beneficio de esta división, dado que algunos de los que circulan por vías convencionales "aún son deficitarios". Serrano subrayó que con estos datos "la compañía consigue así uno de sus objetivos más importantes, que el AVE-Larga Distancia sea rentable y no tenga subvención pública". En su opinión, destaca también el hecho de que se consiga en un ejercicio de crisis como el 2010 y que ello permita dar la vuelta a la cuenta de resultados de un servicio que llevó a perder 100 millones de euros en 2007.

Renfe destaca también a su "competitiva" política comercial. Según sus datos, el AVE español es el segundo más barato del mundo, por detrás del de Corea, con un precio medio por billete de 75,04 euros, y es el más veloz, dado que alcanza la mayor velocidad comercial (unos 221 kilómetros por hora). La operadora subraya que todo ello se suma al grado de calidad de servicio que registra, según las encuestas a los clientes, que le dan un 'notable', con una nota de 7,65 puntos sobre diez.