La patronal bancaria ha decidido poner a remojar sus barbas ante la reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra que reconoció a un matrimonio el derecho a dar por saldada su hipoteca con la entrega del piso que tenía como garantía. El fallo judicial ha reabierto el debate en España sobre la necesidad de equiparar la legislación española con la de otros países, como Estados Unidos, que reconocen este derecho por ley e impiden a los bancos reclamar una deuda una vez que ejecutan la hipoteca y se quedan con una vivienda. A las demandas de las asociaciones de consumidores se unió en las últimas semanas la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y más recientemente, el ex presidente del Gobierno, Felipe González.

La Asociación Española de Banca (AEB) ya ha alertado de lo que una modificación legislativa de estas características acarrearía a un sector en horas bajas, pero por si no se había dado por enterada, el martes envió una carta a la ministra de Economía, Elena Salgado, para dejarle meridianamente claro su criterio. El presidente de la AEB firma una misiva escrita en un lenguaje tan persuasivo que hace difícil imaginar a una Elena Salgado dispuesta a reformar la ley. Y es que Miguel Martín Fernández nombra a las principales bestias negras de la ministra para argumentar la posición de la banca: la desconfianza que España genera en el exterior, la caída de la solvencia de las entidades financieras y la limitación y encarecimiento del crédito a las familias.

"Los bancos son sensibles al problema social y personal que representa la pérdida de una vivienda y por ello realizan los mayores esfuerzos para renegociar las condiciones de cualquier préstamo hipotecario antes de proceder a la ejecución de la garantía hipotecaria, de lo que es buena prueba el bajo nivel de morosidad que sigue presentando el crédito a particulares", expone Martín en su carta.

El máximo representante de los bancos advierte sin embargo de que en caso de producirse una modificación legal tanto de la normativa hipotecaria como de las normas que rigen la subasta con carácter retroactivo "supondría una modificación inaceptable de las condiciones de los créditos vigentes que atentaría contra la seguridad jurídica y repercutiría gravemente en la solvencia de las entidades" (...). O sea, que la patronal bancaria tendría argumentos de sobra para acudir a los tribunales. Pero por si el Gobierno está tentado de hacer alguna modificación de este tipo a futuro (sin aplicarlo a las hipotecas ya contratadas), los bancos advierten de que el principal objetivo del Ejecutivo en la reestructuración financiera -facilitar que fluya el crédito- se enfrentaría a un nuevo escollo: "Limitaría claramente el acceso al crédito y lo encarecería de forma importante, restringiendo con ello el acceso a la vivienda, efectos sin duda no deseados que deben valorarse adecuadamente", insiste la patronal de la banca.

Pero al margen de los efectos sobre la economía española, la imagen en el exterior y el mercado financiero interno, modificar la regulación sobre las hipotecas, como recientemente ha solicitado la FEMP, dificultaría aún más la financiación que los bancos tienen a través de los títulos hipotecarios. El saldo vivo -importe pendiente de pagar o cobrar- de estos productos en España es de 524.000 millones de euros y el 65% de ellos (341.000) son cédulas hipotecarias.

El presidente de la AEB aprovecha su carta para mostrar su preocupación por las recientes sentencias que anularon cláusulas de suelo y techo de las hipotecas o los seguros de cobertura de tipos de interés (swaps). "La imposibilidad de aplicar estas cláusulas frustraría el equilibrio financiero pactado para la operación y conllevaría un arbitrario un serio perjuicio para las entidades, que verían significativa e injustificadamente afectada su cuenta de resultados en circunstancias como las actuales que ya son especialmente difíciles", argumenta la patronal, quien además recuerda que hasta la llegada de la crisis, nadie cuestionó estos contratos. Salgado ya lo tiene claro; si reforma la ley, sumará un nuevo enemigo.