Un informe de la Xunta ha provocado un retraso de un año en las obras de una de las dos grandes líneas eléctricas que Red Eléctrica de España (REE) refuerza para garantizar la evacuación de la electricidad que producirán los parques eólicos previstos tras el concurso de la Xunta, con una potencia total de 2.325 megavatios. La planificación inicial de la compañía que se encarga de transportar la energía eléctrica en España y de gestionar el sistema eléctrico contaba con concluir la interconexión entre Galicia y la meseta a finales de este año, pero el tramo gallego, entre Trives y Aparecida (Zamora), ha estado parado durante un año, a la espera de que la Xunta autorizase las obras en una zona de la Red Natura, por la que atraviesa la línea, a pesar de que el Gobierno gallego pretende que los primeros parques empiecen a funcionar en 2013.

El director general de Transporte de REE, el gallego Carlos Collantes, reconoció ayer en Madrid en un encuentro con la prensa que su empresa tramitó con cierto retraso la solicitud del permiso, aunque fue enviado a San Caetano en mayo de 2009 -justo un mes después de que Alberto Núñez Feijóo tomase posesión de su cargo al frente de la Xunta-. El permiso del Gobierno gallego tardó un año en llegar y por eso la obra no finalizará antes de finales de 2012. Para entonces, el otro tramo pendiente de construcción -entre Aparecida y Tordesillas (Valladolid)- llevará un año terminado, ya que está prevista su conclusión a finales de 2011. Una vez concluida, una de las dos grandes autopistas eléctricas necesarias para dar salida a la producción de los nuevos parques eólicos planificados por la Xunta -la otra, entre Boimente (Lugo) y Pesoz (Asturias) no estará lista antes de 2014- habrá duplicado su tensión, tendrá doble circuito y una tensión de 400 Kilovoltios (kV), la máxima utilizada en España y que garantiza una mínima pérdida de energía.

Más tardará sin embargo la otra gran conexión -por el Cantábrico- que garantizará la evacuación de los parques eólicos. El tramo entre Boimente y Pesoz, de nueva construcción, no estará terminado antes del fin de 2014, según las previsiones de Red Eléctrica de España. La compleja tramitación de los trabajos -que habitualmente lleva unos 4 años- se demoró medio año, hasta que en diciembre pasado la compañía obtuvo la declaración de impacto medioambiental, firmada por el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino. El informe impone una serie de cambios en el proyecto que REE, una traba que Carlos Collantes espera poder superar en un plazo de seis meses para iniciar los trabajos a lo largo de 2012 y concluir a finales de 2014. Este tramo forma parte del eje de interconexión del Cantábrico, también fundamental para dar salida a la energía eléctrica que se produce en Galicia y permitir el intercambio con el resto de la red y las comunidades del norte, una suerte de vía alternativa a la línea de la meseta.

Y es que como no se cansan de insistir en Red Eléctrica, la integración de las energías renovables exigen un sistema de transporte mallado para garantizar la seguridad del suministro y el aprovechamiento de la producción eólica, que como el resto de renovables, hay que utilizar en el momento en el que se produce, cuando sopla el viento, porque el sistema no permite almacenar la electricidad en grandes cantidades.

También por eso y porque España es un país importador de fuentes de energía pero exportador de electricidad, Red Eléctrica de España defiende que la infraestructura más importante es la interconexión con Francia. A través de los Pirineos, España y Francia sólo tienen capacidad de intercambiar un 3% de energía eléctrica, cuando el mínimo óptimo recomendado por la Unión Europea es de un 10% y países como Dinamarca tienen un 60%. Ese ancho de vía implica que si un país tiene excedente, tiene una mayor capacidad para transferirlo al sistema europeo o para importar en caso de déficit.

Para evitar retrasos en sus obras e intentar coordinar los esfuerzos de las administraciones, Red Eléctrica de España intenta firmar convenios con todas las comunidades autónomas para comprometer a instituciones y empresa en el desarrollo de las infraestructuras necesarias para el transporte de la energía eléctrica, pero todos sus intentos con la Xunta han sido infructuosos hasta el momento.

Para todas estas obras -y otras, entre ellas, de mejora interna- Red Eléctrica tiene presupuestados 180 millones de euros entre 2011 y 2015, 35 de ellos, a ejecutar en 2011. El plan estratégico de la compañía prevé hasta 2015 4.900 millones de euros de inversión en toda España.