En los ayuntamientos ocurre como en los hogares; no todos tienen los mismos ingresos. Entre los 315 concellos gallegos los desequilibrios en la renta son abismales, hasta el punto de que 20 de ellos concentran prácticamente la mitad de toda la riqueza de la comunidad autónoma directamente vinculada a los habitantes, casi 41.000 millones de euros. De esos 20 municipios, 12 pertenecen a la provincia de A Coruña. El primer lugar lo ocupa Oleiros, en el tercero aparece A Coruña y otros tres ayuntamiento pertenecen al área metropolitana coruñesa -Bergondo, Sada y Culleredo-. Mientras, Vigo ocupa el decimoctavo puesto.

Los sueldos son, de lejos, el principal ingreso de las familias de la comunidad, que dejan una media por persona de 14.676 euros. Una cantidad muy por debajo de los 16.000 euros en los que se mueve el presupuesto por vecino del último de los ayuntamientos que integra esa selecta lista de los más acaudalados.

A la cabeza está Oleiros, un municipio con un marcado carácter residencial y plagado de viviendas unifamiliares y urbanizaciones. La estética dice mucho de la renta que se mueve en su demarcación, alrededor de 19.382 euros por vecino, lo que representa un 30% más que el conjunto de la autonomía. Son 32.900 habitantes con una renta bruta disponible de 638 millones de euros, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), del año 2008.

La importancia de la remuneración laboral escala en su caso hasta el 84% entre las fuentes de ingresos y los extra que vienen de la mano de la explotación de propiedades o intereses por productos financieros suponen un 5,3%, frente a la media gallega del 4,9%. En cambio, las prestaciones sociales, un claro indicador tanto del envejecimiento de la población como del impacto de las dificultades económicas, representan apenas un 16%.

Los tres siguientes en la lista son Santiago, A Coruña y Teo, en la línea de los 18.000 euros al año por persona. El último de los tres tiene claras semejanzas con Oleiros. Una ciudad dormitorio que se consolida como alternativa a vivir cerca de la capital compostelana y en donde apenas 17.700 habitantes acumulan al año más de 319 millones de euros. De ahí también que la importancia de las nóminas en la renta familiar se dispare hasta el 87,3%, frente al 15,6% de la aportación de las pensiones y ayudas al desempleo.

Lugo es el cuarto, con 17.559 euros por habitante y un total de 1.686,5 millones, seguido de otra de las ciudades, Ourense, con una renta ligeramente inferior, de 17.300 euros. A continuación aparece Cabanas, donde los 3.300 vecinos aglutinan 55,5 millones de euros. La renta media disponible se sitúa, según el IGE, en 16.776 euros. La misma que en Pontevedra. En As Pontes se queda en 16.669 euros, con un peso muy destacado del empleo, un 84,3% -ahí se asienta uno de los grandes complejos eléctricos de Galicia, la central térmica de Endesa-, pero también de prestaciones sociales, alrededor del 30%.

Otro ayuntamiento de personalidad residencial, Bergondo, cuenta con una renta bruta por hogar de 16.642 euros. Un total de 111,3 millones entre menos de 7.000 vecinos. El empuje de las actividades relacionadas con el mar y el turismo llevan a Sada y a A Illa de Arousa a los siguientes puestos, alrededor también de los 16.600 euros.

Ribadeo, Corcubión y Meira, que van a continuación, comparten una mayor relevancia de las llamadas rentas mixtas -cuando la producción familiar, como propietarios de empresas o de explotaciones agrarias, no se pueden diferenciar de los salarios- en el presupuesto familiar en comparación con los sueldos. Incluso contribuyen con más riqueza en el caso concreto de Meira, donde roza la mitad de todos los ingresos familiares. A Capela, también muy rural, mezcla el tirón de las rentas mixtas con el de las prestaciones sociales entre sus 1.400 habitantes, con unos ingresos de 16.252 euros.

Algo menos, 16.189 euros, en Culleredo, de nuevo un concello dormitorio, donde el 90% de los ingresos en el hogar proceden de los sueldos. Más de 450 millones repartidos al año entre 28.000 habitantes.

La renta total en Vigo absorbe el volumen de riqueza más alto, rozando los 4.730 millones de euros , pero su media por habitante es de 15.959. El peso de los sueldos alcanza el 81%. En Ames, con 15.949 euros, está el techo de la remuneración laboral gallega. La renta salarial representa el 96% de los ingresos. A Pastoriza, con 15.909 -aquí la principal fuente de ingresos son, de largo, las rentas mixtas, el 54,7%, frente al 29% de las remuneraciones del trabajo- completa el top 20 de la riqueza municipal.

La evolución del censo y el envejecimiento de la población tienen mucho que ver en que los municipios pequeños y rurales encabecen la relación de los concellos con menos ingresos por habitante; por pura cuestión matemática. El incremento de las franjas de mayor edad hace que en muchos hogares las prestaciones sociales sean la base de la economía.

Las pensiones representaban un 24,3% de todos los ingresos familiares en Galicia en 2008, por encima de la media del del Estado (20%). Según el IGE, la mayoría de los ayuntamientos está por encima de la media de la comunidad y 15 de ellos están por debajo del promedio nacional: Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Santiago de Compostela, Oroso, Teo, Brión, Ames, Nigrán, O Grove, Poio, Cambados, Sanxenxo y A Illa de Arousa. En otros 96, el paro y las jubilaciones representan más de un tercio de la renta disponible bruta. Cuatro son de A Coruña, 22 de Lugo, 62 de la provincia de Ourense y 8 de Pontevedra.

La pérdida de población también es la explicación para que la renta en una zona pueda aumentar. Porque el recorte de habitantes puede ser en menor proporción que la riqueza que mueven los que se mantienen. Así se entiende que Agolada y Rodeiro hayan experimentado un aumento superior al 10% en los ingresos medios por persona entre 2000 y 2008, con una caída de la población del 4% y el 3,8%, respectivamente. Ames, por el contrario, experimentó un aumento de vecinos del 5,5%, mientras que la renta solo creció un 4,3%.

La otra cara del análisis del IGE está en los concellos que acumulan un menor volumen de ingresos por habitante. Seis de ellos, con menos de 8.000 euros de media al año. Son Fornelos de Montes, Parada de Sil, Cerdedo, Covelo, A Lama y Negueira de Muñiz. El último de la clasificación, ubicado en la montaña lucense, contaba en 2008 con 216 vecinos y 1,6 millones de euros de renta disponible bruta, a una media por cada uno de solo 7.431 euros. ¿Y cuál es el origen del dinero allí? Pues ni salarios, ni rentas mixtas. Son las prestaciones sociales, casi el 50%, el doble de la media autonómica. Aunque con una población mucho más elevada, 3.000 habitantes, la radiografía es muy similar en A Lama. El ayuntamiento pontevedrés vive básicamente de prestaciones. La remuneración salarial representa únicamente el 38% de los ingresos, menos de 7.600 euros por persona. En Covelo, con 7.713 euros, la clave no está tanto en el envejecimiento de la población -la tónica en los otros dos casos-, como en los salarios bajos, y la baja aportación tanto de las rentas mixtas (16,5%), como de los ingresos extra por propiedades y productos financieros (3,4%).